Vida sana

¿A cuántas horas en el gimnasio equivale una vida sexual satisfactoria?

El ejercicio físico ayuda a regular la respiración y proporciona mayor elasticidad durante las relaciones sexuales si la pareja lo practica de manera habitual.

Por Laura Bech

Un estudio publicado por la Universidad de Quebec, Canadá, asegura que las mujeres pueden llegar a quemar hasta 90 calorías en media hora de sexo. Ellos consumen más, se estima que hasta 120 son las calorías que puede perder un hombre durante la misma cantidad de tiempo. A un ritmo moderado, las mujeres quemamos cerca de 3 calorías por minuto y los hombres 4. 

Los expertos sostienen que existe un efecto recíproco entre la práctica física y la sexual. Cuanto mayor es tu nivel deportivo mejor rendimiento tendrás en tu vida sexual. El sedentarismo es, en muchos casos, el causante de las disfunciones eréctiles masculinas. El ejercicio regular ayuda, no solo a mantener la condición física, sino que también permiten tener una vida sexual activa y regular.

¿Cómo influye el ejercicio físico en las relaciones sexuales?

Sandra Dominguez, sexóloga, asegura que el sexo y el deporte tienen una estrecha relación, porque se aportan beneficios mutuos. Ambas actividades generan endorfina, conocida también como la hormona de la felicidad, clave para el bienestar físico y emocional.

La actividad física suele proveer de seguridad personal a quienes la realizan. Cuanto mejor se vea y se sienta una persona, menos vergüenza sentirá de su aspecto físico y esto le generará mayor deseo de gustar y agradar.

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Hacer el amor y bajar de peso

Domínguez sostiene que el tiempo promedio de una relación sexual es de 30 minutos, incluyendo el juego previo. La cantidad de calorías quemadas durante ese tiempo es el equivalente a las que se perdería durante un partido de tenis o una caminata a ritmo intenso. 

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Las relaciones sexuales favorecen la pérdida de peso, pero no se alcanza solo con estas. Para reducir el exceso de grasa, tonificar los músculos y mejorar la resistencia cardiopulmonar es conveniente el ejercicio físico. No se trata de sustituir una actividad por otra, sino de complementarlas. Aumentar la periodicidad de las relaciones sexuales no hará que pierdas más kilos, pero contribuirá a tu bienestar general.

El sexo no es un impedimento para un entrenamiento fuerte

Solemos escuchar a deportistas de élite hacer referencias sobre su actividad sexual previa o posterior a una competición. Así como para muchos de ellos mantener la abstinencia sexual potencia su capacidad de concentración y rendimiento, para otros es esencial tener intimidad para lograr una adecuada relajación. 

Domínguez sostiene que, con frecuencia, la líbido aumenta después de un entrenamiento duro. La adrenalina, la dopamina y la testosterona alcanzan su nivel más alto sesenta minutos después de haber entrenado. La sangre fluye a más velocidad después de la actividad física, por lo tanto, es probable que llegues al orgamo antes de lo habitual. Esto ocurre entre los 15 y los 60 minutos posteriores al entrenamiento.

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Las señales externas

Somos capaces de comunicarnos con otra persona a través de señales como el olfato y la mirada. El olor de una persona nos transmite un mensaje químico que nos revela si  está interesada en nosotros o no. 

La androstenediona, un componente del sudor, ayuda a disminuir el cortisol, causante del estrés. Esto favorece la secreción de oxitoína llamada también la hormona del amor. Muchas mujeres que se encuentran en sus días de mayor fertilidad se sienten especialmente atraídas por el olor de la testosterona. Es un estímulo al que reaccionan sus hormonas de manera natural.

Los ejercicios de Kegel

Aunque los asociamos a la mujer, según la especialista Sandra Domínguez, los ejercicios de suelo pélvico los pueden hacer tanto hombres como mujeres. Practicarlos de manera regular previene y evita los problemas derivados de la falta de tonicidad de esta zona del cuerpo. 

Los ejercicios de suelo pélvico como los  hipopresivos o los de Kegel, son ideales para fortalecer los músculos que están debajo del útero, el intestino grueso y la vejiga.

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