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Las personas tomamos decisiones continuamente, unas más relevantes, como qué coche o qué casa me voy a comprar, y otras menos relevantes, como qué ropa me voy a poner para la cita. A veces nuestras decisiones son más acertadas que otras. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestro proceso de toma de decisiones? A continuación detallamos una serie de consejos respaldados por la ciencia que nos ayudarán a tomar mejores decisiones.
1. Descansa antes de tomar una decisión
La falta de sueño puede afectar de forma crítica a la toma de decisiones. Según un estudio de la Universidad Estatal de Washington dormir poco puede perjudicar al personal médico, militares y otros trabajadores en situaciones de emergencia a su toma de decisiones, sobre todo cuando estas requieren adaptarse a la incertidumbre y reaccionar de forma rápida.
Nuestro consejo: Duerme siempre de 7 a 8 horas, ya que son las que necesitamos para rendir bien. Pero aún es más importante que descanses correctamente si tu profesión requiere una toma rápida de decisiones que implique la vida y la seguridad de las personas, como personal sanitario y de emergencias.
2. Relájate: no tomes decisiones cuando estás estresado
Según un estudio de la Universidad de Duke la toma de decisiones en situaciones de estrés nos hace prestar más atención a la información positiva y subestimar la negativa. Por tanto, vamos a tomar decisiones más arriesgadas, centrándonos más en lo que puede salir bien que en lo que puede salir mal.
Nuestro consejo: Si tienes que tomar una decisión importante, controla tu nivel de estrés. Relájate, realiza alguna actividad placentera para ti, como ejercicio físico, meditación, yoga, un rato de lectura, tiempo con tus amigos…
3. Haz meditación Mindfulness
Según un estudio de la Universidad de Pensilvania la meditación Mindfulness, que consiste en centrar la atención y potenciar la consciencia en el momento presente, nos puede ayudar a tomar decisiones. Puede ayudarnos a tomar decisiones más racionales al considerar la información disponible en el momento actual, ignorando otros datos irrelevantes que pueden desviarnos de lo importante.
Nuestro consejo: Meditar 15 minutos al día es suficiente para mejorar nuestra toma de decisiones. En la web a muchos tutoriales y meditaciones guiadas para que empieces a meditar poco a poco.
4. Retrasa el momento de la decisión
Retrasar, tan sólo una fracción de segundo, el momento de la decisión puede mejorar la precisión de la toma de decisiones. Así lo ha asegurado el Centro Médico de la Universidad de Columbia. Posponer la decisión menos de un minuto permite a nuestro cerebro inhibir las respuestas impulsivas y centrar la atención en la información más relevante y bloquear distractores irrelevantes.
Nuestro consejo: En el estudio los participantes retrasaron la toma de decisiones de forma inconsciente. Sin embargo, puedes hacer la toma de decisiones más consciente y precisa retrasándola unos minutos más. De esta manera, también te asegurarás de que tu cerebro ha recabado toda la información relevante y ha apartado la innecesaria.
5. Atenúa las luces
Con una iluminación de intensidad baja nuestros niveles emocionales descienden, permitiéndonos tomar decisiones más racionales y menos guiadas por la emoción. Así lo aseguran los investigadores de la Universidad de Toronto. Una luz intensa se percibe como calor, y esto puede disparar nuestras emociones.
Nuestro consejo: Antes de tomar una decisión, o incluso durante un proceso de negociación en el que no quieras guiarte por la emoción, baja la intensidad lumínica. Si por el contrario, como vendedor, quieres que la gente compre de forma emocional y menos racional, unos escaparates brillantes y luminosos puede ayudarte a las ventas.
6. Toma distancia de la situación
Vernos a nosotros mismos desde la perspectiva de un tercero nos puede ayudar a ver la situación de forma más objetiva. Según un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá, cuando se trata de relaciones personales, tomamos decisiones más sabias cuando tomamos la perspectiva de un tercero. Es decir, hablamos de nuestra propia situación como si de otra persona se tratara.
Nuestro consejo: Antes de tomar una decisión personal, piensa en tu situación como si fuera un amigo quien la está viviendo. Reflexionarás de manera más objetiva y tomaras mejores decisiones.
7. Piensa en otro idioma
Según un estudio de la Universidad de Chicago, vieron que pensar en un idioma no nativo nos ayuda a la hora de tomar decisiones. Un idioma extranjero nos provee de un mecanismo de distanciamiento con la situación y nos mueve de un sistema intuitivo de toma de decisiones a uno más racional y deliberado.
Nuestro consejo: Si sabes hablar otro idioma, cuando te enfrentes a decisiones importantes, intenta pensar en ese idioma al decidir. De esta manera podrás distanciarte de la situación y tomar una decisión más racional.
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