Estas frutas te ayudan a eliminar toxinas tras los excesos navideños

Estos consejos para depurar tu organismo después de las fiestas también sirve para potenciar hábitos saludables durante todo el año.

Por Cristina Soria

De nada sirve mortificarse cuando en Navidad se han cometido excesos alimenticios. Tampoco es positivo caer en una espiral que relativiza todos tus esfuerzos anteriores y quite hierro a lo excedido en fiestas. La única forma de salir indemne de los excesos ya realizados es mirar hacia delante con propósitos de enmienda prácticos, paliar todo lo excedido y proseguir con una alimentación equilibrada.

El bienestar de tu organismo es una cuestión de equilibrio. Si tu cuerpo recibe los nutrientes que necesita todo está en orden, pero si obtiene más o menos es cuando tenemos un problema. Pero, además, no solo es una cuestión de cantidad, sino de calidad. Si las grasas, los azúcares y el alcohol han campado con permisividad por tu cuerpo, combátelos con fruta. Aquí te detallamos algunas de las más beneficiosas.

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La manzana y el famoso refrán inglés

Cuando consumimos manzanas estamos obteniendo un nutriente llamado pectina, que es un hidrato de carbono que funciona como depurativo natural que no es absorbido por el intestino por su alto contenido en fibra soluble. La pectina funciona reteniendo el agua y pasando a una forma similar a la de un gel que transita por el intestino absorbiendo y reteniendo las toxinas, y abocándolas a ser eliminadas con las heces.

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De esta forma, la manzana elimina también los iones de sodio, lo que palía el estreñimiento depurando el hígado. Esto, además, ofrece un efecto secundario beneficioso, pues este beneficio de la manzana también favorece la descongestión del hígado que hace que las afecciones en la piel se minimicen.

La pectina funciona como un “desatascador” que arrastra las toxinas y reduce el nivel de ácido úrico en el organismo, que se elimina por la orina. De esta forma, estamos también deshaciéndonos de bacterias que pueden ser la causa de transtornos digestivos como gastroenteritis y colitis.

Recuerda el refrán inglés “an apple a day, keeps the doctor away”, que quiere decir: una manzana al día mantiene alejado al médico.

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El súper poder de los cítricos

La piel de los cítricos contiene un terpeno que funciona como estimulante depurativo del hígado y de la vesícula biliar. Hace que las enzimas hepáticas se activen y potencien la eliminación de grasas perjudiciales y toxinas, lo cual es siempre muy positivo, y no solo ante excesos alimenticios, sino que este beneficio para nuestra salud resulta muy positivo durante todo el año. Porque reduciendo estas toxinas en el hígado estamos ayudando a su funcionamiento general, dado que ponemos a cero la acumulación de grasas en este. Además, estamos facilitando un flujo adecuado de la bilis, que es responsable de la depuración de nuestro aparato digestivo.

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Uno o dos piezas de cítricos al día nos están aportando unos 30 miligramos de este terpeno llamado “d-limoneno”, pero esta cantidad se duplica (e incluso se triplica) si ingerimos también la piel, lo cual no es recomendable a menos que estemos seguros de que estos cítricos provienen de cultivos ecológicos y, por tanto, no han estado expuestos a plaguicidas que puedan resultar dañinos para nuestro organismo. 

Pero existe un cítrico que sí se consume con piel y que mantiene estos niveles de terpeno “d-limoneno”: la fortunella o naranja enana, también llamada kumquat. Aunque en España esta fruta se considera exótica y no es fácil encontrarla.

Alcachofas de choque

El hígado agradece que consumas alcachofas, especialmente cuando has realizado ciertos excesos en estas fiestas, porque aportan un alto contenido de cinarina, que es la responsable de el sabor amargo de la alcachofa y también es la sustancia que ayuda a estimular de la producción de bilis, y que ayuda a digerir y acabar con la grasas. Además, viene acompañada de ácidos málicos y cítricos, que potencian la cinarina.

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Por si fuera poco, las alcachofas previenen el cáncer de colon, porque aportan inulina, que es una sustancia que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas para luchar contra patógenos del intestino, como lo haría el yogur, y que ayuda a depurar el colon y prevenir tumores.

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