Excursión por la sierra de Guadarrama con raquetas de nieve

De todas las montañas madrileñas, ninguna más característica y fácilmente reconocible que Siete Picos, cuya cresta coronada por siete cumbres graníticas semeja el dorso dentado de un dragón (así, como la sierra del Dragón, era conocida en la Edad Media). También es la que ofrece las vistas más amplias. Y además es la que se presta a los paseos más bellos con raquetas de nieve, admirando los pinos de Valsaín que trepan hasta la misma cima.

Por ANDRÉS CAMPOS

PUNTO DE PARTIDA: EL PUERTO DE NAVACERRADA

El puerto de Navacerrada, inicio habitual de las rutas a pie por Siete Picos, está en el término municipal de Cercedilla, a 59 kilómetros de Madrid. Si vamos en coche, tenemos que madrugar bastante, pues la afluencia de esquiadores es grande y el aparcamiento se llena pronto. Una buena idea es usar el transporte público: el autobús 691 de Larrea (autobuseslarrea.com) o la línea C-9 de Cercanías (renfe.com). Desde Cercedilla también se puede llegar al puerto en el Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, un tren de vía estrecha que desde hace casi un siglo realiza este trayecto cinco veces al día por pendientes del 6%, atravesando los pinares y canchales del hoyo de Siete Picos, el paisaje más agreste y solitario de Madrid. El trayecto dura 24 minutos y cuesta unos 9 €.

VER GALERÍA

PARA PRINCIPIANTES

Si nunca has usado raquetas, lo suyo es hacer una ruta de iniciación con monitores por la zona de Siete Picos más cercana al puerto de Navacerrada, donde la orografía es más benigna y los riesgos mínimos. Se sale andando del puerto por la carretera que lleva hasta la residencia Los Cogorros, para allí desviarnos a la izquierda por el popular Camino Schmidt. En un abrir y cerrar de ojos, se estará cruzando la pista del Bosque. Mucha precaución con los esquiadores que bajan por ella. Y también con el hielo, los guías nos enseñarán la técnica de la bastonada doble para evitar deslizamientos.

VER GALERÍA

A través de un bosque de cuento navideño, se asciende poco a poco hasta salir al collado de la Ventolera o pradera de Siete Picos, donde, con permiso de la nieve, se descubre uno de los mojones de granito con los que Carlos III mandó acotar el pinar de Valsaín, para que a nadie, salvo a él y a sus invitados del palacio de La Granja, se le ocurriese cazar allí. El camino se ensancha y regresa hacia el puerto bordeando el alto del Telégrafo. Las vistas son de órdago. A la izquierda, Valsaín, La Granja y Peñalara, el «techo» de Madrid. A la otra mano, la Bola del Mundo, la Maliciosa y el Peñotillo. Para completar la ruta, ya solo faltará rodear por la derecha la cinta transportadora de la estación de esquí y seguir un sendero de pequeño recorrido bien marcado que baja rápidamente por el lateral de la pista del Telégrafo hasta el puerto de Navacerrada. En total, dos o tres horas de paseo apto para toda la familia.

VER GALERÍA

PARA LEER: Diez razones para perderte (sin perderte) en la sierra de Guadarrama

Ruta por la sierra madrileña: en busca de la laguna más bella de Guadarrama

PARA AVANZADOS: DE PICO EN PICO

Una vez iniciados en la marcha con raquetas, se puede volver otro día al puerto de Navacerrada para recorrer el macizo de Siete Picos por todo lo alto, atacándolo directamente por el sendero que bordea la pista del Telégrafo y sigue luego por la divisoria. Se sube al séptimo pico (el más próximo al puerto y el más elevado: 2138 metros), al sexto, al quinto, al cuarto, al tercero (inconfundible, porque allí se abre la Ventana del Diablo) y, al llegar al segundo, hay que descolgarse a la derecha por el pinar para bajar al Collado Ventoso y regresar al puerto siguiendo los círculos de pintura amarilla que señalizan el Camino Schmidt. Son cinco horas, que exige tener una forma física aceptable, tirando a buena.

OTRA OPCIÓN: POR EL VALLE DE LA FUENFRÍA

También interesante, y no mucho más exigente que la anterior, es recorrer la cresta de Siete Picos y, al llegar al Collado Ventoso, en lugar de seguir el Camino Schmidt hacia la derecha, de regreso al puerto, hacerlo hacia la izquierda, para bajar al valle de la Fuenfría. Allí se enlaza con la calzada romana de la Fuenfría, cuyas señales (círculos de pintura verde pintados sobre los pinos y artísticos paneles de acero corten con la inscripción: “VÍA XXIV”) guiarán sin pérdida hasta el área recreativa de las Dehesas, cerca ya de Cercedilla. ¿Y cómo se vuelve de Cercedilla al puerto de Navacerrada? Bueno, para eso existe un tren de montaña desde 1923.

VER GALERÍA

RUTAS CON RAQUETAS ORGANIZADAS

Amadablam Aventura (amadablamaventura.es) organiza rutas de iniciación por Siete Picos, con una duración de tres horas y un precio de 27 €. También paseos nocturnos con raquetas a la luz de la Luna, salidas con niños (a los que se enseña a construir un iglú) y excursiones combinadas con un circuito de relajación en un spa. La Escuela de Esquí de Navacerrada (eeenavacerrada.wordpress.com) alquila raquetas en el puerto y ofrece servicio de guías. Otras empresas de turismo activo que organizan esta actividad son Dreampeaks (raquetasdenievemadrid.es), Navalmedio (navalmedio.es), Planet Sport (planetsport.es), Yurok (yurok.es), Nanuk (nanukexperience.es) y Rimaya (rimaya.es).

VER GALERÍA

Y PARA REMATAR

Sea cual sea la opción elegida, a Cercedilla hay que bajar después de la excursión para entrar en calor comiéndose unos judiones. Y también para visitar el Museo del Esquí (cercedilla.es/museo-del-esqui), donde se rinde homenaje al vecino más ilustre que ha tenido este pueblo serrano, Paquito Fernández Ochoa, el único español que ha ganado una medalla de oro en una Olimpiada de invierno (la de Sapporo 72). Abre los fines de semana y la entrada es gratuita. Justo enfrente del museo, hay una estatua dedicada a él.

PARA LEER: Seis escapadas en bici por Madrid, para alejarnos un poco de la ciudad

UN DESCANSO MERECIDO

En el mismo Puerto de Navacerrada está Casa Ochoa (casaochoa.es), donde probar una excelente cocina casera junto a la estación del Ferrocarril Eléctrico. Lo mejor, los judiones y el entrecot de choto. En el pueblo de Navacerrada está La Petit Raclette (tel. 918 53 11 72), una casa serrana ambientada como un chalé suizo especializada en raclette y carne de buey a la piedra. Buenas recomendaciones en Cercedilla son Los Frutales (los-frutales.com), con las truchas de su vivero entre sus especialidades; Yeyu (restauranteyeyu.com), un restaurante de moderno montaje, que destaca por sus escabeches y sus carnes; o La Alacena (tel. 918 52 21 86), un local encantador, con una terraza asombrada por árboles centenarios, donde degustar carnes de la sierra a la parrilla.

POR SI QUEREMOS HACER NOCHE

La mejor opción para dormir en el Puerto de Navacerrada es El Corzo (hotelelcorzo.com), con un pequeño spa. En Cercedilla están la Casona de Navalmedio (casonadenavalmedio.com), un hotel rural al pie del puerto, rodeado de prados y bosques, con restaurante y vistas espectaculares; y Luces del Poniente (lucesdelponiente.com), un hotelito de decoración moderna, con restaurante y piscina climatizada. De gestión familiar es Nava Real (hotelnavareal.com), en el pueblo de Navacerrada.

Otras escapadas:

Siete escapadas a menos de dos horas de Madrid (cada una por una autovía)