Ballenas de luna de miel en el Caribe

Bosques de cocoteros, montañas verdes, larguísimas playas de palmeras, y mucha, mucha soledad brinda la península de Samaná. Pero, qué decir del espectáculo que los mamíferos cetáceos ofrecen en este rincón paradisíaco de la República Dominicana. ¿Te lo vas a perder?

por hola.com
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Ya nadie que se acerque a la bahía de Samaná llega buscando los tesoros que piratas y marineros dejaron atrapados en sus barcos hundidos en el fondo del mar, y no es que no se conserven aún bajo las aguas, ahora lo que se viene a buscar aquí es el rastro de las ballenas jorobadas que llegan a este rincón caribeño para cumplir con el ritual del cortejo y el apareamiento; y eso, claro, es digno de ver.

La playa del Cosón es un anfiteatro perfecto para la contemplación del espectáculo de las ballenas enamoradas, pero más conviene es enrolarse en una excursión, que suele durar medio día, para ser testigo de primera mano del mismo. Año tras año, entre los meses de enero y marzo, y atraídas por las condiciones favorables de las aguas, alrededor de ¡3.000! ballenas procedentes de los mares de Islandia, Groenlandia, Canadá y América del Norte se reúnen en Samaná, dando origen a la mayor concentración de ballenas jorobadas del mundo.

A escasos metros de distancia y con la cámara de fotos preparada para no perderse la instantánea en el Banco de la Plata resulta mágico contemplar cómo los machos, de más de cuarenta toneladas de peso, emergen del agua y dan un salto prodigioso intentando atraer a la hembra. Los que no lo consigue prueban a seducirlas a través de una canción que sólo ellas pueden escuchar en un radio de alrededor de 30 kilómetros. Pasados tres o cuatro meses y después de dar a luz a los pequeños ballenatos, sus madres dan por finalizado el espectáculo y preparan el regreso hacia los mares árticos.

Pero Samaná, más allá de las ballenas, es un lugar bendecido por la madre naturaleza que bien se ha empeñado en otorgarle otros encantos. Hay montañas verdes e infinitas e inmaculadas playas, pequeños pueblos pesqueros bañados por el agua azul turquesa del mar Caribe y arrecifes de coral ideales para el buceo. Y, sobre todo, pocos turistas, que eso siempre es de agradecer.

Quien vaya detrás de historias, no faltan en esta península situada en la costa noreste del país, como las que relatan que fue aquí donde Cristóbal Colón hizo escala en su Descubrimiento del Nuevo Mundo, Napoleón gobernó, los piratas hicieron guarida y esclavos americanos poblaron sus tierras, que –unidos a europeos de Francia, España e Italia-, dieron lugar a una mezcla de culturas que les diferencia del resto de dominicanos, lo que se traduce incluso en la diversidad culinaria y en el idioma.

En la búsqueda de las playas más espectaculares de Samaná hay que salir en busca de Playa Bonita. En sus diez kilómetros de extensión y miles de cocoteros uno puede abandonarse al descanso o complementarlo a la perfección con la práctica de deportes acuáticos, como el surf, windsurf o el submarinismo. Y para otro momento, también está la isla de Cayo Levantado, en la entrada de la bahía, con dos playas idílicas de arena blanca, altísimas palmeras y áreas boscosas de esas de película.

Más salvaje es el Parque Nacional de los Haitises, una vasta zona de lomas rocosas, manglares, ríos y pequeñas islas llamadas mogotes, protegidas debido a la riqueza de su fauna, ya que aquí habitan más de cien especies de pájaros, manatíes, tortugas marinas, murciélagos y grandes reptiles. Y en el mismo nivel de exotismo y aventura, también están la cascada del Limón, el parque Ecotopía, las excursiones por los ríos tropicales… Te faltará tiempo.

GUÍA PRÁCTICA

Excursiones
Empresas como Natourall, Arenaya o Colonial Tours ofrecen salidas en barco hacia el santuario de las ballenas jorabadas.

Dónde dormir
La mayoría de los complejos hoteleros están situados en las poblaciones de Las Terrenas, Sánchez, Las Galeras y Samaná. Uno de los más atractivos es Gran Bahía Príncipe El Portillo, situado en la localidad de El Portillo, a pocos kilómetros de Las Terrenas, que cuenta playa privada y un gran número de instalaciones deportivas. Buena opción es también Playa Colibrí.

Más información
Turismo de República Dominicana