Tras el fallecimiento de la Reina

Los hijos y nietos de Isabel II que siguen en Balmoral agradecen, muy emocionados y entre lágrimas, el cariño recibido

Mientras Carlos III se encuentra en Buckingham atendiendo a sus primeros compromisos como Rey

Por Marina Ortiz Cortés

Carlos III ha sido proclamado Rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte este sábado en Londres, pero en Balmoral aún se encuentra parte de la Familia Real velando a la fallecida Isabel II. En las primeras imágenes desde lo ocurrido se puede ver a la princesa Ana y sus hijos Peter Phillips y Zara Tindall, acompañados por el príncipe Andrés y sus hijas, Eugenia y Beatriz de York, y los condes de Wessex junto a su hija mayor, Lady Louise, vestidos de riguroso luto y con gesto serio. La familia ha salido del castillo por primera vez desde la muerte de la Reina para acudir a un servicio religioso en honor a la monarca y han sido fotografiados a las puertas de la Iglesia de Crathie, el templo al que habitualmente acuden cuando se encuentran en los terrenos de la residencia escocesa.

Loading the player...

Kate Middleton aprecia lo que se ha hecho pero quiere marcar 'su propio camino' como Princesa de Gales

VER GALERÍA

VER GALERÍA

HAZ CLICK AQUÍ O EN LA IMAGEN PARA VER LA FOTOGALERÍA

VER GALERÍA

Vestidos de negro y con gesto serio, los hijos y nietos de la Reina han llegado en land rovers a la pequeña capilla a la que solía acudir la Reina, liderados por el príncipe Andrés, que se ha mostrado especialmente emocionado. Tras el servicio religioso y una vez han vuelto al castillo de Balmoral, donde aún permanecen los restos mortales de Isabel II, se han parado ante los ramos de flores que los ciudadanos han dejado para homenajear a la monarca y han apreciado los gestos de cariño. Al leer alguno de los mensajes que han escrito, ver los dibujos y fijarse en los detalles que han dejado a la fallecida, Zara Phillips, la hija de la princesa Ana, no ha podido contener la emoción. 

De la ceremonia de adhesión a la coronación: los pasos que va a seguir Carlos III

VER GALERÍA

VER GALERÍA

VER GALERÍA

Los miembros de la familia de Isabel II que se han quedado en Balmoral velando a la Reina se han mostrado muy cercanos con los que esperaban a la puerta del castillo. Después para comprobar los homenajes florales que se habían dejado, han saludado y recibido las condolencias de los presentes, que habían venido desde todas partes del Reino Unido. Eduardo y Sophie de Wessex, junto a su hija Lady Louise que caminaba de la mano de su madre, se han parado en más de una ocasión a hablar con los asistentes, interesándose por el viaje que han hecho para presentar sus respetos. 

Estos son los miembros de la familia real británica que permanecen en Balmoral velando a la reina Isabel II

VER GALERÍA

VER GALERÍA

El príncipe Andrés ha caminado junto a sus hijas, respondiendo a las preguntas y los buenos deseos de los ciudadanos, y la princesa Eugenia ha recogido incluso algunas flores que le han regalado. Cuando se han parado a leer algunos de los mensajes, el duque de York ha hecho un gesto de cariño a Beatriz y su hermana, a las que hemos visto secándose las lágrimas en alguna ocasión.

Emotivo, con un guiño a Shakespeare y aclarando sus apoyos: las claves del primer discurso de Carlos III

VER GALERÍA

VER GALERÍA

"Nos dan un día, ahora empieza el proceso", ha dicho el príncipe Andrés a los presentes. Tras esta jornada en Balmoral, el domingo empezará el siguiente paso de la despedida de la Reina cuando sus restos mortales se instalen en el palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, donde los ciudadanos podrán decir adiós a la monarca que ha reinado durante 70 años en Gran Bretaña e Irlanda del Norte. 

El pueblo de Balmoral ha escenificado lo que ya hemos visto también en Buckingham, donde cientos de personas se reunían el jueves y viernes para presentar sus respetos en recuerdo de una monarca que, como dijo el rey Carlos durante sus discursos en estos días, era "irrepetible". También su reinado por su "duración, dedicación y devoción", y los ciudadanos están respondiendo con gestos de amor y admiración tras su fallecimiento.