Curiosidades y anécdotas, lo mejor de la gran boda de Cynthia Rossi

por hola.com

Fue un día mágico, lleno de detalles y momentos inolvidables. Cynthia Rossi y Benjamin Rouget se encargaron de organizarlo todo, cuidado hasta el más mínimo detalle para que su boda fuera romántica, elegante y muy navideña. La pareja se reunió con sus familiares y amigos más cercanos en el Ayuntamiento del distrito VIII, concretamente en la sala de honor, donde tuvo lugar la íntima ceremonia civil. Después a la celebración en el Bois de Boulogne, el idílico parque situado en el oeste de París, se unieron el resto de invitados, más de 350, que disfrutaron de una velada que jamás olvidarán.

- Exclusiva en ¡HOLA!: Romántica, familiar y muy chic, la boda de Cynthia Rossi en París

Los novios eligieron ¡HOLA! para su día más especial y fueron muchas las anécdotas y curiosidades de las que fuimos testigos... ¿Qué hizo la novia la noche previa al enlace? ¿Por qué era tan especial el reloj que llevaba el novio? ¿Qué floristería eligió para su ramo de novia? ¿Cómo fue el banquete? ¿Quién fue el alma del baile? Sigue leyendo...

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- ¡Adiós soltería! Como manda la tradición, los novios tuvieron sus respectivas despedidas de solteros. Así, mientras Benjamin disfrutó de la suya, Cynthia recibió una gran sorpresa de parte de sus amigas. Le pusieron un pañuelo en los ojos y la llevaron al aeropuerto. ¿El destino? Marrakech. "Habían alquilado una casa con piscina en la Palmeraie (los jardines de las afueras de Marrakech). Hicimos moto quad en el desierto y una fiesta en un restaurante increíble que se llama el Jad Mahal.

- Un día entre mujeres: "La prueba del menú fue hace dos meses. Fuimos mi madre, la madre de Benjamin y Marie, la mujer de mi padre, porque era importante que estuviera allí también. Estábamos entre mujeres".

- Su última noche antes del 'sí, quiero': La noche previa al gran día, Carmen y Cynthia disfrutaron de una reunión madre e hija y estuvieron cenando solas y muy tranquilas.

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- ¿Quién llegó tarde? Tal y como sucede en las bodas civiles en Francia, los novios eligieron dos testigos: por parte de la novia, su hermana, Marella, y Hortense, hija de Marie Rossi, la mujer de su padre, y a quien Cynthia considera una hermana. Por parte de Benjamin, su hermano, Tanguy, y su mejor amigo, Antoine Missoffe. De hecho, fue este último el que protagonizó la anécdota de la ceremonia, ya que no llegó a tiempo. "Todo el mundo allí esperando y nosotros sin saber qué hacer ¡hasta que llegó, con quince minutos de retraso porque le había parado la Policía! Cuando, por fin, apareció, todo el mundo le aplaudió", nos cuenta la novia.

- Los artículos del Código Civil que leyeron: Art. 212: Los esposos se deben mutuamente fidelidad, socorro y asistencia; Art 213: Los esposos garantizan juntos la dirección moral y material de la familia. Proporcionan para la educación de los niños y preparar su futuro; Art 214: Si los acuerdos matrimoniales no se ocupan de la contribución de los cónyuges a los gastos de matrimonio, contribuyen en proporción a sus respectivos medios; Art. 215: Los esposos se obligan mutuamente a una comunidad de vida.

- Las alianzas: Las compraron ellos mismos en una antigua joyería del centro histórico de Burdeos. Eligieron esta ciudad ya que es donde van a vivir y querían algo relacionado con el lugar donde empezarán a construir su nueva vida como marido y mujer. No la típica joyería que es conocida por todo el mundo, sino algo más personal.

- Como manda la tradición... La novia lució algo nuevo (su original jumpsuit en crepé diseñado para ella por Hervé Moreau, director creativo de Pronovias), algo prestado (los pendientes de diamantes de su abuela, la duquesa de Franco), y algo azul (un pañuelo de su padre con gran significado para ella). El novio también siguió la tradición y llevó el reloj que le regaló Cynthia tras la pedida, como marca la tradición en Francia (un IWC Portuguese con la pulsera de cuero negra), y unos gemelos de Hermès de su padre, con gran valor sentimental.

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- Un ramo de novia muy especial: Cynthia eligió la floristería en la que su padre compraba toda la vida. Se trata de una de las más famosas de París, la floristería Moulié, en la Place du Palais Bourbon, donde su dueña, Madame Moulié hizo esta creación especialmente para ella.

- Un enclave mágico: Dos carpas transparentes unidas entre sí y decoradas con velas suspendidas fueron su elección para que todos los invitados pudieran disfrutar de las increíbles vistas del Chalet des Iles, situado en una pequeña isla del Bois de Boulogne, un antiguo bosque de robles que fue transformado en parque por Napoleón III.

- El banquete: Incluía especialidades de la gastronomía francesa (no faltaron el foie gras ni el queso ni el champán) y también de la italiana, en honor a los orígenes del padre de la novia, con puestos de risotto con trufas, por ejemplo, e incluso un risotto con chorizo para que España estuviera presente.

- La decoración, ¿por qué navideña?: "Queríamos velas y decoración que recordasen a la Navidad, con nieve artificial, abetos, árboles sin hojas", así soñaban los novios el día de su boda y se hizo realidad. Eligieron una decoración acorde con la fecha de boda, dispusieron muérdago en las mesas y crearon un precioso 'bosque de invierno', todo blanco, como nevado, que se convirtió en el perfecto photocall para inmortalizar estos momentos tan especiales.

- El postre: No tuvieron la tradicional tarta de las novios, sino que fue un conjunto de postres diferentes para picar. El “Mont Blanc”, que es un postre con crema y castaña. "Buenísimo, uno de mis favoritos, y muy de invierno", nos dice Cynthia. También sirvieron pastelitos de chocolate con frambuesas frescas, pasteles de flor de rosa y crumble de frutos exóticos.

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- Una madre orgullosa: "Estoy muy contenta porque la veo muy feliz, y eso es lo importante", nos confiesa Carmen Martínez-Bordíu, que para este día tan importante se decantó por un favorecedor traje confeccionado en gasa y mikado en verde turquesa, diseñado en exclusiva para ella por Hervé Moreau. El cuerpo, drapeado a mano, termina con unas aplicaciones de pedrería en la cintura, y como complemento, unos zapatos joya de Jimmy Choo.

- El alma del baile: Los novios no fueron los encargados de abrir el baile, sino que en cuanto empezó a sonar la música todos se lanzaron a la pista y no pararon de bailar. Inés Sastre, para quien los Rossi son su familia en París, estaba radiante con vestido negro de Hervé L. Leroux y se convirtió la indiscutible animadora del baile.

- Un protagonista muy especial: El pequeño Vadim, de cinco años, e hijo de su hermana Marella Rossi Mosseri, se convirtió en el centro de todas las miradas con su simpatía y espontaneidad. Además, fue el más travieso y no dudó en 'colarse' en algunas de las fotos.