Díaz Carazo nos cuenta que trabajar los músculos accesorios es interesante porque “muchas veces damos por sentado que estos están fuertes y sin embargo son el eslabón que limita el desarrollo de otro grupo muscular más grande”. Asegura asimismo que “trabajar a muchas repeticiones con poco peso hace posible que podamos reducir al máximo el riesgo de lesión”. En cambio, no está tan a favor de estos entrenamientos porque considera que “se alcanza una fatiga muscular que puede hacer que perdamos de vista la técnica y que realicemos inadecuadamente los ejercicios pudiendo hacernos daño en consecuencia”. “Cada repetición es una oportunidad de hacer las cosas mal”, sostiene el experto. Carazo es, por lo tanto, partidario de trabajar con pocas repeticiones y una intensidad controlada para no llegar a niveles de fatiga muy altos.
“Se gana resistencia ante esa fatiga pero cada repetición es un riesgo de lesión”, recalca. Asegura que todo depende de los rangos de movimiento a los que estemos accediendo y se muestra convencido de que es imprescindible la supervisión. “Si vas a hacer todos los días 100 sentadillas o 200 crunches porque quieres un abdomen firme y un glúteo definido, tienes que saber que estarás incidiendo permanentemente sobre mucho estrés localizado”, dice el entrenador. Así, nos anima a entrenar, en general, “con menos repeticiones, más control y, sobre todo, más conexión neuromuscular antes que perseguir una fatiga que nos haga perder el control a nivel del sistema sináptico (conexión entre células y neuronas por medio de los neurotransmisores)”.