Cuando uno se adentra en Peneda-Gêres, el único parque nacional de Portugal y Reserva Mundial de la Biosfera, a cada paso encuentra un lugar donde parar y disfrutar, pues este accidentado espacio protegido con forma de herradura del norte de Portugal, cuyos extremos abrazan la provincia de Ourense, está repleto de aldeas tradicionales, miradores, embalses, cascadas, santuarios o vestigios romanos. Entre las sorpresas que esconde, una imprescindible es Sistelo, un pequeño Tíbet portugués al que muchos acuden a hacer senderismo por sus trihlos (carriles).
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