Empezamos por la ubicación de este icono de elegancia y art de vivre francés, pues Le Bristol se sitúa en una de las direcciones más prestigiosas de la capital francesa, la rue du Faubourg Saint-Honoré. Muy cerca de las galerías de arte, de las tiendas más emblemáticas de Hermès y Chanel y también del palacio del Eliseo.
Abrió sus puertas en abril de 1925 y desde entonces es uno de los hoteles más deseados por sus elegantes habitaciones, su excepcional tradición gastronómica o su jardín francés –un verdadero oasis alejado del bullicio de la ciudad–, pero las celebrities también por la privacidad. Si se desea, una puerta de entrada camuflada tras un bonito espejo permite acceder sin pasar por la recepción y los salones principales. Quien prefiere dejarse ver, podrá simpatizar con Sócrates, el gato que recibe a los huéspedes, como antes lo hacía su padre Faraón.
¿Vas a viajar a París por primera vez? Errores que debes evitar