Fue la princesa Ana, que había sido la primera en llegar a la residencia real escocesa y la única junto a Carlos III que vio con vida a Isabel II , la que recibió al príncipe Harry y le invitó a pasar al dormitorio de la reina para estar unos segundos a solas y poder despedirse de su abuela. Esa fue la segunda vez en toda su vida que Harry pisó la habitación de su abuela y mientras no podía dejar de pensar en su madre, Diana de Gales, ya que cuando murió, en agosto de 1997, Guillermo y Harry estaban en Balmoral y allí fue donde recibieron la noticia.