El rey Carlos, acompañado por sus hermanos, preside el solemne cortejo fúnebre de Isabel II hasta la Catedral de St Giles

Los cuatro miembros de la Familia Real británica caminaban detrás del coche fúnebre que llevaba los restos de Isabel II del Palacio de Holyroodhouse a la Catedral de St Giles

Poco después de las dos y media de la tarde (las 15:35 horas en España), arrancaba una comitiva que era arropada por una multitud que abarrotaba las calles

La Reina consorte y otros miembros de los Windsor, como era el caso de sir Timothy Laurence o Sophie de Wessex, los han seguido en diversos vehículos

Un respetuoso silencio era la nota predominante durante todo el recorrido, que solo se veía interrumpido por el ruido de las salvas que se escuchaban de vez en cuando en honor a Isabel II

El rey Carlos y sus hermanos, durante el solemne cortejo fúnebre hacia la Catedral de St Giles

El féretro era flanqueado por miembros del Real Regimiento de Escocia y un destacamento de la Guardia del Rey en este país, la Compañía de Arqueros

El recién nombrado monarca lucía el uniforme de gala de la Guardia Real de Escocia, mientras que su hermana y el príncipe Ecuardo también iban vestidos con traje militar. No así Andrés de York, que iba con frac de chaqueta y corbata

Después de la procesión y la misa en St Giles, el Rey mantendrá audiencias con los líderes de la nación, entre ellos la primera ministra Nicola Sturgeon

El público presente inmortalizaba con sus móviles el paso del coche con los restos mortales de Isabel II

La expectación era máxima en las calles de la capital escocesa

Antes del cortejo fúnebre, Carlos III había pasado revista a la Guardia de Honor y recibía de manera simbólica las llaves de la ciudad de Edimburgo

Sophie deWessex, esposa del príncipe Eduardo, dentro de uno de los automóviles