De aprobarse su petición, Meghan no tendría que volar al país antes de Año Nuevo para respetar el aislamiento de dos semanas a su llegada por las restricciones impuestas debido a la pandemia mundial de coronavirus. Por lo tanto, de retrasarse el encuentro ante la Justicia, el matrimonio no se vería obligado a pasar parte de las navidades en Reino Unido, sino que podría permanecer en su casa de Estados Unidos