Al contrario que el rosa fucsia por el que apostó hace unas semanas en Santiago de Compostela, la princesa Leonor se mantiene sencilla y discreta gracias a la unión cromática de ambas piezas. Por un lado, un vestido camisero estampado de y, por otro, un par de esparteñas de cuña en tonos neutros. Esparteñas que también ha llevado su hermana, la infanta Sofía, y que la reina Letizia luce cada dos por tres. Esta vez, son la princesa y la infanta las que las llevan en formato cuña y, su madre, unas menorquinas completamente planas.