Lo bueno de volver a la rutina
Pero también decimos en ocasiones ‘bendita rutina’. ¿Hay que destacar las cosas buenas, que las hay, de la vuelta a la rutina? “Por supuesto. Volver a la rutina tiene más cosas buenas de las que nos pensamos”, afirma la psicóloga, que las resume en las siguientes:
- Retomar nuestros hábitos de alimentación, sueño y deporte, siempre es bueno para nuestra salud, ya que durante las vacaciones, suelen alterarse un poco. Esto hará que afrontemos nuestros días con más fuerza, más energía y una actitud mucho más positiva.
- Para muchas personas, el verano no es tan relajante ni tranquilo como se presupone y el hecho de volver a la rutina, provoca una sensación de estabilidad, orden y mayor control sobre sus vidas.
- Alimenta nuestro sentido de “autorrealización”. Como seres humanos, tenemos la necesidad de sentirnos realizados y ser productivos, de levantarnos por las mañanas y sentir que nuestras acciones o lo que 4 hacemos, tiene un sentido. El hecho de tener unos objetivos siempre nos ayuda a crecer y a desarrollarnos personalmente. Durante las vacaciones, ese sentido de “productividad” disminuye y con el tiempo, podría acabar afectando a nuestra autoestima.
- Hace que nos reeplantemos muchos aspectos de nuestra vida. Para muchas personas, es un buen momento para replantearse por ejemplo, un cambio de trabajo o un cambio en sus hábitos. Para ello, se plantean nuevos objetivos como mejorar la alimentación, apuntarse a practicar esa actividad o ese deporte que llevaba tiempo rondándoles por la cabeza, empezar a estudiar o apuntarse a ese taller o ese curso que llevaban tiempo queriendo hacer. Reflexionar sobre nuestra vida, la situación en la que estamos y cuestionarnos cosas, siempre nos ayudará a crecer y a avanzar hacia dónde queremos.
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