¿Quieres llenar tu jardín de aromas intensos y sugerentes? Estas son las plantas que debes cultivar

Caminar al caer la tarde por el jardín y sentirse embriagado con los perfumes de las plantas y las flores es una experiencia formidable. Para poder vivirla cada día, en especial durante la primavera y el verano, es esencial cultivar las plantas adecuadas. Te contamos cómo puedes conseguirlo.

La importancia del aroma

Hay plantas que son un espectáculo para la vista y otras que lo son para el olfato. Incluso iremos viendo algunas que lo son para ambos sentidos (suelen ser las especies de flor). Sea como sea, elegir plantas que destilen perfumes interesantes es una opción genial para hacer de tu jardín un espacio diferente y muy agradable.

Dentro de este universo de plantas, existe un grupo amplio de especies de origen mediterráneo que, además de perfumar el jardín, tienen otros beneficios para él. ¡Descúbrelas!

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Elige plantas todoterreno

La gran mayoría de las plantas que podemos elegir para perfumar el jardín de forma agradable son especies resistentes y fáciles de cuidar. No necesitan casi mantenimiento y pueden soportar cierta escasez de agua.

Además, muchas de ellas soportan muy bien el sol y las altas temperaturas, por lo que son buenas opciones para un jardín sostenible y naturalista. Si eliges especies autóctonas se adaptarán mejor a las condiciones del jardín, en cuanto al suelo y a la temperatura.

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Un efecto protector

Muchas de las plantas que perfuman el ambiente destilan unos aceites aromáticos especiales que, además de un buen aroma, proporcionan protección para el resto de las plantas del jardín. Dichos aceites alejan a las plagas y a otros insectos dañinos, por lo que cultivarlas en tu jardín es una buena manera de protegerlo.

Y eso no es todo: muchas especies aromáticas, además de alejar a las plagas, atraen a los insectos polinizadores como las abejas o las mariposas, lo que es muy beneficioso para el jardín. El aroma de estas plantas se intensifica durante la tarde, al ponerse el sol.

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Los mil usos de las plantas aromáticas

Las aromáticas pueden ser plantas arbustivas o herbáceas que pueden tener diferentes aplicaciones en el jardín. Puedes emplearlas para formar borduras que delimiten una zona concreta, para hacer macizos de una especie en solitario, mezcladas con otras especies aromáticas para crear contrastes de color de lo más decorativo, en jardineras o tiestos, etc.

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Un amplio panorama de especies para elegir

El repertorio de plantas aromáticas es amplio e incluye especies de hoja perenne, como la lavanda, el tomillo o la santolina, y también de hoja caduca, que la pierden en invierno y la recuperan en primavera, como la menta.

También hay plantas aromáticas anuales como el eneldo y la albahaca, que duran únicamente una temporada, y bianuales, que son aquellas que se llenan de hoja el primer año y florecen en el segundo. El perejil es un ejemplo de estas últimas.

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Perfuman y también decoran

Una manera de usar las plantas aromáticas que resulta muy decorativa es combinar varias especies de diferente follaje, lo que consigue un efecto decorativo y dinámico muy especial. Podemos plantar especies de hojas grisáceas o plateadas, como el espliego y la santolina, con otras de hojas de un verde intenso como la menta (Mentha piperita).

Las flores también pueden utilizarse como un recurso decorativo. Elige el violeta de las flores del espliego (Lavandula angustifolia), el amarillo de las de la santolina (Santolina chamaecyparissus) o el azul de las de la salvia (Salvia officinalis). Hay muchas especies que florecen y pueden ayudarte a crear preciosas masas herbáceas de varios colores bien combinados.

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Un género muy popular: la belleza de las lavandas

Las especies, muy numerosas, del género ‘Lavandula’ son perfectas para perfumar el jardín, así como para decorarlo. Aportan, al igual que otras aromáticas, un aire silvestre que nos encanta.

Las lavandas proceden del sur de Europa y de zonas de Oriente Medio. Poseen un follaje de color verde con matices en tonos plateados y florecen con unas espigas de color azul violáceo que atraen a las abejas y a las mariposas polinizadoras. Además, este género de plantas soporta bien el sol y el calor, y necesita un suelo seco y bien drenado para desarrollarse.

Destaca la lavanda común (Lavandula officinalis) que crece en matas de unos 60 cm de altura, pero también el espliego (Lavandula angustifolia) o el cantueso (Lavandula stoechas) que hace gala de unas flores muy bellas y aromáticas.

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El romero, otra aromática a tener en cuenta

Las lavandas son solo uno de los géneros de aromáticas que nos pueden ayudar a perfumar el jardín, pero hay otras opciones interesantes. Una de ellas es el romero (Rosmarinus officinalis), una especie arbustiva de crecimiento lento que puede desarrollarse formando matas erguidas o hacerlo de forma rastrera. Sus pequeñas hojas destilan un aceite esencial muy perfumado, y su floración es muy abundante. Es perfecto para formar setos en el jardín.

Además de la lavanda (Lavandula officinalis) y el romero (Rosmarinus officinalis), hay otras plantas aromáticas que pueden quedar genial en tu jardín, como la salvia (Salvia officinalis), el tomillo (Thymus vulgaris).

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Las flores que perfuman el jardín

Otra opción para perfumar el ambiente del jardín, además de apostar por las plantas aromáticas, es cultivar especies de flor fragrantes y olorosas. Hay muchas para elegir, en función del clima de la zona donde vivas, y la mayoría son, además de aromáticas, muy bellas y coloridas.

Un ejemplo es el jazmín (Jasminum officinalis) una planta cuya floración estival es espectacular y que hace gala de un perfume dulce e intenso, que se deja sentir especialmente de noche. La gardenia (Gardenia jasminoides) también presenta unas flores bellas y perfumadas, así como la lila (Syringa vulgaris), cuyo aroma dulce y floral resulta embriagador.

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