2. 'El salón no se usa'
¿Te acuerdas cuando eras pequeño y el salón de la casa de tus padres o abuelos era más una sala de exposiciones que un espacio donde compartir? Siempre con la puerta cerrada e impoluto, apto solo para las visitas.
Pues los tiempos han cambiado y nuestro salón también. Y es que esta estancia de nuestras casas ha evolucionado para convertirse en el espacio en el que compartimos en familia, pasamos tiempo relajándonos y desconectamos del día a día.
Por eso, ahora el sofá prima por su comodidad y número de plazas que ofrece y los muebles, por su durabilidad, facilidad de limpieza y aspecto liviano. Y nada de recargar el espacio con adornos y cosas. Aquí nuestra recomendación es que te dejes llevar por tus gustos y aficiones, sin saturar el espacio para que limpiar no se convierta en un indordio.
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