Una sala de estar muy luminosa
Al salón principal se suma esta sala de estar, mucho más cálida. Un efecto que se consigue, una vez más, debido a la incorporación de un material como la madera, presente en los muebles y en el suelo.
La habitación se divide en dos áreas claramente diferenciadas. Por una parte, la conformada por el sofá en forma de 'L', blanco, que preside la habitación. Una alfombra aterciopelada, de color gris claro, protege esta zona, a la que no le falta una mesa de centro acristalada en negro, con dos niveles, una silla de diseño de la misma tonalidad, y una mesa auxiliar, de madera.
Por otra parte, todo esto mira, directamente, a la chimenea, eléctrica, rodeada por una estructura que imita el mármol gris y que se incrusta, a su vez, en otra superior, de madera. Lo escoltan dos estanterías diferentes, con baldas negras.
La sala se abre plenamente a la parte exterior, casi fundiéndose con ella. Lo que, de nuevo, da muestra de la luminosidad que caracteriza a la mansión.
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