Conscientes de que las cocinas blancas son siempre una apuesta segura, de la que no tenemos dudas de su eficacia decorativa, aunque podemos poner alguna pega a su mantenimiento, lo cierto es que hay vida más allá del blanco. Estos colores funcionan igual de bien y, además, aportan un toque de alegría, originalidad o sofisticación, según el tono. Sin olvidar, que también son un buen recurso para multiplicar la luz o el espacio de una estancia oscura y pequeña.
Beis: la pincelada más natural
Si quieres ir un paso más allá del blanco ‘roto’ o del hueso, el beis es tu color. Buen aliado de la madera, las fibras vegetales y los objetos con alma, en esta propuesta de Zara Home muestra su versión más ‘chic’, en parte por la pintura decorativa de las paredes. En general, los tonos tierra encajan a la perfección en cocinas rústicas o campestres, pero también en las modernas más contemporáneas, como esta.