Alejandro Sanz, que tiempo después rehízo su vida con la artista cubana Rachel Valdés, terminó respondiendo a la justicia a través de sus abogados y de un escrito de más de 25 páginas en la que solicitaba que se desestimara esta demanda, puesto que un mes y medio antes se había presentado otra en nuestro país y que serían, por lo tanto, los tribunales españoles los que tendrían que llevar el caso. Esto mismo es, además, lo que también determinaban las capitulaciones matrimoniales que en su día firmaron las dos partes. Por otro lado, el artista estaría dispuesto a pagar 15.000 euros mensuales a su exmujer, en lugar de los más de 40.000 que reclama ella