Entre los objetos de su infancia, no podía faltar el faldón de cristianar de la casa real danesa. El traje es de encaje de Bruselas en tonos crema y lo encargó en Bélgica en 1870 la princesa heredera Lovisa, esposa de Federico VIII, para su primogénito, el príncipe Christian, que reinaría como Christian X, abuelo paterno de la reina Margarita. Desde entonces todos los miembros de la familia real lo han llevado en su primer sacramento.
La pequeña tortuga que hay bajo el cristianar es un pequeño reloj de mesa regalo de su abuela, la reina Ingrid