LAS CASCADAS DEL VALLE, UN PARAÍSO DE FRESCOR
También muy cerca, pero en dirección opuesta, el Valle de Mena alberga otro de los rincones que merecen atención: el nacimiento del Cadagua, uno de los afluentes más importantes del río Nervión. Este río, con cerca de 70 kilómetros de recorrido, brota de forma estruendosa por las bravas en un despeñadero umbrío. El paseo, que conviene dejar para cuando la época de lluvias hayan recargado los acuíferos, se inicia en el camino que parte por detrás de la iglesia. La visita a este nacedero puede ser también una buena oportunidad para recorrer un pequeño tramo del sendero GR-85 que atraviesa el valle .
Impresiona la cascada de Peñaladros, también en este valle burgalés y una de las más bonitas de la provincia. El río San Miguel se desploma a 30 metros de altura rodeado de una increíble vegetación para acabar en un pozo de aguas esmeralda. Para llegar a ella hay que ir a la localidad de Cozuela, el paseo hasta la cascada, de unos 500 metros, está bien indicado.
De cascada en cascada por Burgos para estrenar la primavera