PAISAJE PORTUARIO
Cerca del famoso puente, el último tramo de la ría exhibe el muelle de Churruca, erigido para favorecer la navegación al impedir que los buques encallen en los abundantes bancos de arena con los que cuenta esta zona. Y es precisamente a su autor, Evaristo de Churruca, a quien se dedica una escultura que evoca la victoria del hombre sobre los océanos.
Porque esta construcción de hierro, además de un hito del paisaje portuario, fue crucial para el desarrollo de Getxo. Con ella se dio fin al tedioso trabajo de los llamados lemanes, quienes ayudaban a las embarcaciones a sortear los arenales de la desembocadura del río. Así fue hasta los albores del siglo pasado.
Desde Santurce a Bilbao por la orilla de la ría, como dice la canción