ES TRENC Y LAS SALINAS (40’)
Difícil decir cuál es la playa más bella de Mallorca, porque con 262 como consta en su catálogo de arenales no resulta fácil, pero si hay una indiscutible es la de Es Trenc. Una playa virgen de 3 kilómetros de largo, dentro del Parque Natural Es Trenc-Salobral de Campos, donde no hay sombrillas ni chiringuitos ni construccciones a sus espaldas, solo aguas de color turquesa, arena fina y blanca y dunas donde crecen matorrales y pinos.
Una parte del humedal protegido lo ocupan las salinas, donde se produce sal desde tiempos de los romanos. Su acceso está junto a uno de los caminos de acceso a la playa, en el kilómetro 8,7 de la carretera de Campos a Colònia de Sant Jordi. Una visita por sus instalaciones permite conocer todo el proceso ecológico de la obtención de la única sal de Mallorca, y de la flor de sal -la más preciada de sus variedades-. El recorrido empieza en las balsas, en las que es fácil ver numerosas aves, desde garzas o fochas hasta flamencos, y continúa en las zonas de secado y de depósito. Las visitas a las salinas son guiadas y tienen un precio de 8 € (flordesaldestrenc.com). También existen otras a la carta, combinadas con tapas o vinos mallorquines, que resaltan los aspectos relacionados con el lado más gourmet de este producto artesanal utilizado por grandes cocineros de nuestro país, desde Quique Dacosta a Maca de Castro o José Castro, en la imagen elaborando una de sus especialidades con la sal de las Salinas de Es Trenc, en el mismo entorno.