LA CASUEÑA DE LANUZA
Desde Sabiñánigo hasta el puerto de El Portalet, en la frontera con Francia, el valle de Tena es un paraíso para a los amantes de la naturaleza y del turismo activo, con altísimas cumbres, glaciares, bosques, ríos, ibones y un paisaje espectacular. Todo ello queda a mano de La Casueña, un coqueto hotelito de autor, perteneciente a los hoteles con encanto de Ruralka, a orillas del pantano de Lanuza y a la sombra de Peña Foratata donde pasar unos días refugiados. En un antiguo establo rehabilitado con esmero respetando la construcción de la zona se ubican ahora ocho habitaciones diferentes que combinan diseño moderno con techos pintados, copias de antiguos códiges medievales y obras del artista oscense Vicente García Plana. Después de un rico desayuno a base de huevos de gallinas de la casa, mermeladas y yogures artesanos, quesos de la tierra… se puede salir a esquiar a Formigal y Panticosa o a perdernos por la montaña, para regresar a Lanuza a recorrer su pintoresco núcleo de piedra y pizarra, reactivado después de haber quedado abandonado tras la construcción del pantano, y despedir el día cenando al calor de la lumbre.
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