CABO DE CREUS, GIRONA
Principio (o final, según se mire) de los Pirineos, el cabo de Creus atesora uno de los enclaves geológicos más espectaculares de la península ibérica, el paraje de Tudela, a un par de kilómetros del faro, donde el mar y la tramontana han esculpido piedras tan fabulosas como la roca Cavallera, la que inspiró a Dalí El gran masturbador. De Tudela a Cala Culip, siguiendo el itinerario señalizado, hay una hora de paseo. Para bañarnos después, como en Tudela no está permitido, podemos ir a las calas que hay al lado del faro. O mejor aún, a Cala Tavallera, la playa más bella y recóndita de la Costa Brava, solo accesible en barca o a pie desde El Port de la Selva. Se tarda una hora y cuarto en llegar a esta preciosa cala, siguiendo el sendero de gran recorrido GR-11, perfectamente señalizado.
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