Un sinfín de planes para pasar un verano atípico en Andorra

Tumbarte al sol en praderas a más de 2000 metros de altura, recorrer bosques de leyenda habitados por criaturas mágicas, hacer rutas de senderismo o bicicleta por la montaña y acabar refrescándote los pies en uno de sus 80 lagos. Si quieres desmarcarte, estas actividades en la naturaleza de los Pirineos también son para el verano.

Por hola.com

Andorra está ahí al lado, pero parece que solo nos acordamos de él cuando se cubre de nieve. Con un entorno natural que cubre el 90% de su territorio, son múltiples las opciones para hacer durante la época estival en este pequeño país de los Pirineos. Propuestas para ir desgranando en unos días, ideales para hacer en familia, lejos de la playa y rendirse a sus verdes paisajes. Aquí van algunas ideas.

UN BAÑO DE MONTAÑA Y DEPORTE

Son miles de kilómetros de itinerarios señalizados los que recorren Andorra por sus montañas, lagos y valles. Un paisaje de belleza sin igual donde practicar todo tipo de deportes, desde el trail running a los paseos a caballo o el senderismo. Eso es lo más conocido, porque también es posible aventurarse a hacer vías ferratas, barranquismo o circuitos de aventura. Quien siga la ruta de Coronallacs, en solo cinco días pueden recorrer todo el país. Y para los amantes de la bicicleta, existen 21 puertos de montaña, además de infinidad de rutas para todos los gustos con las que ponerse a prueba mientras se respira un aire puro.

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DEL PARLAMENTO MÁS ANTIGUO AL VIDEOMAPPING

En Andorra hay más de 30 museos y monumentos –el del Agua y del Madriu, el del Perfume, el de Miniaturas, el del Cómic...–, pero si hay que empezar por uno para entender la historia de este país el primero tiene que ser La Casa de la Vall, uno de los parlamentos más antiguos de Europa. Del mejor arte se disfruta en el Museo Carmen Thyssen Andorra, en Escaldes-Engordany, ahora con la exposición temporal Made in París: La generación de Matisse, Lagar y Foujita.

Pero en el país con mayor concentración de iglesias románicas por metro cuadrado hay arte para rato. Se puede empezar por acercarse a conocer algunos de sus templos más significativos, como el de Sant Joan de Caselles o San Cristòfol D’Anyòs; o, en Canillo, el santuario de Meritxell, otro de los iconos del país, dedicado a su patrona. A destacar la iglesia de Santa Coloma, en la que se ha creado un videomapping que completa los frescos originales y que se puede conocer a fondo en el Espai Columba.

DE LA SERENALLA MARKET AL CIRQUE DU SOLEIL

El ocio, la sostenibilidad y la creatividad se reúnen en un espacio multidisciplinar conocido como La Serenalla Market que propone talleres, gastronomía, zonas de relax y actividades familiares para descubrir cómo llevar una vida más creativa y sostenible. Abre el 21 y 24 de julio en el parque del Prat Gran, en La Massana.

Son ya muchos años lo que lleva el Cirque du Soleil mostrando en Andorra sus originales espectáculos de los que se puede disfrutar cada verano en este pequeño país de los Pirineos. El show MŪV supone el regreso de la compañía al panorama circense andorrano y en él se unen acrobacias, baile, animación y DJing con los mejores éxitos de los últimos años para entrar en una locura musical colectiva. Se podrá ver entre el 2 al 31 de julio y ya están disponibles las entradas a un precio a partir de 20 € (en grada) y 5 € si se quiere ver de pie (visitandorra.com).

AVENTURAS EN FAMILIA

En busca de diversión, aventura y emociones fuertes que gusten a grandes y a pequeños, cada parroquia de Andorra ofrece actividades especiales. En Mon(t) Magic, el Family Park en Canillo, hay atracciones para todos los públicos, desde descensos en tubbing hasta tirolinas o actividades acuáticas como el kayak. Naturland también es un conocido parque de aventuras donde montar en el tobotronc, buggy o descubrir la naturaleza con sus talleres infantiles. Además, el Bike Park de Vallnord Pal-Arinsal cuenta con más de 40 kilómetros de circuitos de diferentes niveles para los amantes de la bicicleta. Si Macarulla está enfocado para que los más pequeños de la casa exploren el entorno, los más atrevidos pueden salir a la búsqueda del tamarro, esas traviesas criaturas mágicas que protegen los bosques de Andorra.

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COCINA DE ALTA MONTAÑA EN UN VERANO ATÍPICO

Rodeado de montañas, en Andorra la gastronomía es de altura, marcada por los productos de la tierra con influencias catalanas y francesas. Para probar las especialidades locales ningún lugar más auténtico que las bordas, que se encuentran por todo el Principado. Antiguamente, se usaban para guardar el grano y proteger el ganado, pero hoy son los restaurantes con los platos y el carácter más andorranos donde encontrar platos tan únicos como la ensalada de xicoies (dientes de león) o los selectos embutidos del país.

Y para acompañar una comida de altura, los vinos de los 5 microproductores del país que se elaboran a más de 1200 metros de altitud. Son los de las bodegas Casa Beal, Casa Auvinyà, Mas Berenguer, Casus Belli y Borda Sabaté y sus viñedos están entre los de más altura de Europa. Y si se prefiere la cerveza, también las hay artesanas, donde los maestros cerveceros utilizan el agua del Principado para su proceso de elaboración.

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