Buscando la puesta de sol en kayak por la isla de Formentera

La menor de las Pitiusas no sólo ha sido agraciada con un privilegiado escenario natural sino también con las aguas más cristalinas del país, ideales para deslizarse a golpe de remo, al suave ritmo de una canoa. Nosotros te contamos cómo alcanzar el paraíso al caer la tarde.

Por hola.com

Ver ocultarse al astro rey en el horizonte es, efectivamente, un fenómeno cargado de belleza. Pero si se hace sobre las aguas más cristalinas del país, el acto adquiere tintes místicos. Esto es lo que acontece en Formentera en una de sus rutas más solicitadas: la que se desliza, con la suave cadencia de un kayak, en busca de un atardecer de película.

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Las playas de Formentera, encabezadas por Ses Illetes, se cuelan a menudo entre las mejores del planeta. Con este escenario, un paseo en kayak sobre sus aguas quietas será lo más parecido a remar en el paraíso. Existe a lo largo de la isla un buen puñado de centros náuticos donde alquilan estas canoas. Se puede optar por hacerlo de manera independiente y navegar unos pocos kilómetros a la orilla de bonitas calas, con la posibilidad de efectuar ciertas paradas cómodas. Pero también se pueden emprender otros itinerarios más largos, acompañados por un monitor, con los que descubrir otra faceta más escarpada y misteriosa.

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Ninguna ruta resulta tan conmovedora como la que concluye con la contemplación de la puesta de sol en un paseo de cinco kilómetros que lleva un tiempo de dos horas y media. Una excursión que tiene su punto de partida en La Savina, el puerto que enlaza con Ibiza, para, sin necesidad de experiencia previa, surcar el mar hacia el oeste rumbo a Cala Saona.

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A partir de este momento, todo será deleitarse con el paisaje. Especialmente con las magníficas formaciones rocosas de Can Marroig, que dibujan un conjunto de pequeñas calas declarado reserva natural. Un rincón agreste en el que poder darse un chapuzón en sus piscinas naturales, al tiempo que sus paredes, conforme avanza la tarde, se van tiñendo de un tono cobrizo. Así, mientras el islote vecino de Es Vedrá se dibuja en el horizonte y el agua adquiere también destellos dorados, los kayaks desde su posición privilegiada se sitúan en la primera fila: el espectáculo consiste en ver cómo una bola de fuego se oculta detrás del telón.

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MUY PRÁCTICO

Para realizar esta actividad náutica existen empresas que ofrecen experiencias en disciplinas como kayak, windsurf o vela. Entre ellas, el Centro Náutico de Formentera (centronauticoformentera.com/es/) o Wet4Fun (wet4fun.com). Quienes se muestren atraídos por la práctica de turismo activo en todas sus modalidades pueden consultar la web consellinsulardeformentera.cat o acudir a las diferentes oficinas de información turística de la isla, que proporcionan todo tipo de ayuda.

OTRAS ACTIVIDADES EN LA ISLA

Formentera brinda otras muchas experiencias con las que constatar que esta isla de tamaño bolsillo. Para los más activos pueden hacerse rutas a pie o en bici gracias a sus rutas verdes. Aunque Formentera puede recorrerse en coche en una sola mañana, quienes opten por hacerlo caminando o a ritmo de pedaleo descubrirán senderos ocultos y rincones inaccesibles desde la carretera. No sólo es el modo más respetuoso de abordar la isla sino también la manera más genuina de apreciarla. Para ello existen 32 Circuitos Verdes debidamente señalizados, que suman más de 100 kilómetros de especial interés natural.

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LOCOS POR LAS PLAYAS

Son la esencia de la isla y su mayor reclamo. Entre las más deslumbrantes está Migjorn, Levante, Es Pujols, Cala Saona…y por supuesto Ses Illetes, elegida varios años como la mejor de Europa y entre las diez primeras a nivel mundial. Si además de playas nos gustan los faros hay que pasar por el Cap de Barbaria que recordaremos gracias a la indisociable imagen de esta isla en la escena de Lucía y el sexo, con Paz Vega a lomos de un escúter y al fondo este icónico faro. El de La Mola está en el extremo oeste y cuenta con una cueva horadada en el suelo con salida directa al mar. También estos son lugares excepcionales para ver el atardecer, esta vez desde tierra firme.