Uclés y Segóbriga, la escapada perfecta para perderte por Cuenca

El primero, un pueblo pequeño que en otro tiempo tuvo gran renombre, con casas con escudos, restos de murallas y, sobre todo, el monasterio de la Orden de Santiago. Y, poco más allá, una ciudad a imagen y semejanza de Roma, pero en la llanura conquense. Para completar la ruta, enoturismo y un tratamiento de vinoterapia que nos dejará como nuevos.

Por hola.com

EL ESCORIAL DE LA MANCHA

Mucho antes de llegar a Uclés, desde la misma autovía Madrid-Valencia en la que hay que desviarse, se adivina el formidable conjunto que forman el castillo, la iglesia y el monasterio, un sobrio edificio con empaque conocido como el Escorial de La Mancha en el que estuvo preso Quevedo y donde descansa Jorge Manrique. Este monasterio renacentista es el mayor atractivo de Uclés, asentado sobre un cerro a cuyos pies encontramos el pueblo, que sirvió de escenario, hace ahora 15 años, de la película Alastriste, la superproducción más grande del cine español hasta aquel momento, del director Agustín Díaz Yanes que hizo que el mismísimo Viggo Mortensen pasease por sus estancias dando vida a este héroe del siglo XVII. El conjunto fue sede de la Orden de Santiago y consta de una iglesia y un convento articulado en torno a un bello claustro.

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Después de dedicar un tiempo al monasterio toca perderse por esta localidad (esucles.es), articulada en torno a su plaza Mayor, con el Ayuntamiento de fachada porticada, el pósito, varios palacios nobles como el de los Torre, los Fernández y Contreras, una curiosa fuente llamada de los Cinco Caños o la iglesia de Santa María. De su poderoso y famoso castillo, situado en lo alto de un cerro, aún son visibles la torre albarrana, un lienzo de muralla y dos torreones, además de una puerta de acceso al recinto fortificado, el Arco de la Fuente. Todos ellos rincones con mucho encanto en una villa cargada de historia a solo 100 kilómetros de Madrid.

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LA ROMA CONQUENSE

Avanzando en dirección a Valencia y a tan solo 13 kilómetros de Uclés tenemos otro de esos desvíos tentadores que nos llevan a Segóbriga, una ciudad a imagen y semejanza de Romay uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y mejor conservados de la Península Ibérica.

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Posee teatro, anfiteatro, termas, muralla, foro…, memoria de un próspero pasado y sorpresa en un paisaje que poco ha cambiado desde época romana. En este conjunto arqueológico es fácil sentir el latido de Roma. Por eso y porque sus restos monumentales son impresionantes, Segóbriga es la gran estrella de una ruta romana por la provincia de Cuenca, que pasa también por los yacimientos de Ercávica y Valeria y finaliza en el Museo Provincial de la capital (cultura.castillalamancha.es/patrimonio/parques-arqueologicos/segobriga).

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Lo mejor es comenzar la visita en el Centro de Interpretación, para ir tomando medidas a esta ciudad que vivió su época más esplendorosa en tiempos de Augusto. Integrado en el paisaje, y a semejanza de una vivienda romana, el moderno Centro de Interpretación ilustra sobre el origen y la historia de la ciudad, su economía de ciudad minera, sus principales monumentos, la vida diaria o la religión de sus habitantes… Incluso en él se pueden contemplar piezas originales, como el retrato de Agrippina Maior, otro de Vespasiano y algunos nuevos personajes togados.

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Después, de lo que se trata es de ponerse a andar para ir descubriendo el parque arqueológico sobre el terreno. Primero el anfiteatro, el mayor monumento de la ciudad, con capacidad para más de 5000 espectadores; luego el teatro, el más sobresaliente, donde si coincide, conviene asistir a un concierto de música clásica; a continuación, los restos de una muralla que llegó a tener 1300 metros; y después, el criptopórtico del foro y de la curia, las termas, inspiradas en los gimnasios griegos, el foro, el gran descubrimiento arqueológico en la ciudad de las últimas décadas, la basílica, el templo de culto imperial, las termas monumentales y, lo más nuevo, un recorrido por el circo y la necrópolis de incineración, porque de la acrópolis, donde pudo estar el templo de la divinidad protectora de la ciudad, y de la basílica visigoda, apenas queda nada.

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MUY PRÁCTICO

En coche se llega a Uclés tomando la salida 90 de la Autovía de Madrid-Valencia pasado Tarancón. De Cuenca se encuentra a 75 km. Entre Uclés y Segóbriga hay 13 kilómetros, cada una a un lado de la autovía, la ciudad y parque arqueológico se encuentra en el término municipal de Saelices. Las visitas se realizan de martes a domingo (lunes cerrado).

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Dónde dormir y comer en el entorno

Hotel Casa Palacio Uclés ubicado en una casa señorial del siglo XV, en el centro histórico de la localidad, que perteneció a la Orden de Santiago y que ha sido rehabilitada como hotel rural conservando todo su encanto original. También cuenta con un buen restaurante con cocina de autor. A dos pasos de las ruinas romanas Las Termas de Segóbriga, en la localidad de Saelices, de cocina tradicional y platos típicos de la comarca también es una buena opción.

Para los amantes del vino el Complejo Enoturístico Finca la Estacada (fincalaestacada.com), en Tarancón a 19 kilómetros de Uclés, asomado a los viñedos y donde aprovechar la estancia para visitar la bodega, hacer una cata de vinos o dejarse mimar con algún tratamiento de vinoterapia en su spa. El complejo posee también restaurante, un enobar y es hotel.