Surf y glamping en Nazaré, el destino de moda de Portugal

El surf siempre ha estado de moda. Y ahora más. Los que saben, miran el pronóstico de las olas y, cuando mejor-peor las pintan, salen corriendo para Nazaré, en cuya Praia do Norte rompen las más grandes del mundo. Para comer, unas sardinas asadas en el barrio de Sitio. Para alojarse, una tienda de campaña de lujo en el resort Ohai Nazaré. Este verano, Nazaré está de moda. Este verano, todos nazarenos.

Por ANDRÉS CAMPOS

Quien busque Nazaré en Google Maps (no confundir con Nazaret), descubrirá a vista de satélite que, justo delante de esta población del Centro de Portugal (centerofportugal.com), a una hora y media de Lisboa, hay una playa magnífica, de 1500 metros de longitud y casi 200 de anchura, donde cabrían holgadamente los 15.000 habitantes del municipio si decidieran coincidir todos a la vez en esta espléndida concha. Sembrada de casetas de colores.

EL SITIO CON MAYÚSCULA

Al norte de la población y de la fantástica Praia da Nazaré, se encuentra el barrio de Sitio, que realmente está en un sitio espectacular, un promontorio de 110 metros de altura con una vista casi tan buena como la de Google Maps y una ermita en la que Vasco de Gama rezó a la Virgen de Nazaré antes y después de su primer viaje a la India. También hay restaurantes como Casa Pires (+351 262 553 391), a donde la gente viene de lejos a comer sardinas asadas. Para subir al barrio de Sitio, existe un transporte que trepa cada 15 minutos por la rampa –42% de desnivel– que separa la población costera del promontorio. Le llaman Ascensor, porque asciende, pero es un funicular.

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PRAIA DO NORTE, EL EVEREST DEL SURF

Más al norte queda la Praia do Norte, que es la mejor para hacer surf, porque en ella rompen las olas más grandes nunca vistas, altas como edificios de ocho plantas. El mejor lugar para verlas es el antiguo fuerte de São Miguel Arcanjo, hoy faro y museo donde se exhiben las tablas de los famosos surfistas que se han enfrentado a estas ondas monstruosas, como el azoreño Hugo Vau, que en 2018 cabalgó una de 35 metros.

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Para surfear estas olas, además de estar muy en forma y un poco «loco», hay que contar con un buen ayudante, un experto piloto de motos acuáticas que acerque al surfista a la cresta de la incipiente onda gigante antes de que, ya rota en mil pedazos, lo devore. No es fácil medir estas montañas de agua, las alturas son estimaciones gráficas realizadas desde el cercano acantilado, y en ellas se han basado los del Libro Guinness para confirmar los sucesivos récords de los surfistas en Nazaré. Mucho más es fácil es explicar por qué son tan grandes. Se debe a la existencia del cañón de Nazaré, un desfiladero submarino de 210 kilómetros de longitud y 4300 metros de profundidad que apunta hacia aquí y termina abruptamente en la costa, comprimiendo el mar de fondo como un embudo y elevándolo como un escalón. Olas grandes hay muchas. Esta es la ola perfecta.

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OHAI NAZARÉ, UN PINAR DE LUJO

El campo base perfecto para atacar el Everest del surf es Ohai Nazaré (ohairesorts.com), un outdoor resort a la sombra de un pinar con bungalós de madera y lujosas tiendas de glamping, ideales para alojarnos solos con nuestra tabla, en pareja o en familia. Hay de todo: piscinas, parque acuático, spa, restaurante, parque infantil, coworking, gimnasio, tienda, kids club, área de Play Stations... Y se hace de todo: clases de surf, masajes, rutas en todoterreno, bicis, motos acuáticas, flyboard, wakeboard… Las tiendas de glamping, con baño, ducha, cocina, camas de matrimonio para los papás, literas para los peques, wifi y terraza para contemplar la puesta de sol no tienen nada que envidiar a una buena habitación de hotel.

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