Entre caseríos, bosques y setas por el valle de Ultzama

A solo 25 kilómetros de Pamplona descubrimos uno de los enclaves que mejor han conservado el alma rural en Navarra. Un entorno de suaves y verdes colinas pintadas por los caseríos de los catorce pequeños pueblos que forman el valle tallado por el río Ultzama. Para este otoño, es una ruta en coche de diez.

Por JOSÉ MARÍA DE PABLO

A pesar de los tiempos que corren y de la cercanía con la ciudad, las gentes de Ultzama han sabido mantener el aspecto tradicional de sus edificaciones: caseríos de piedra encalada, tejados a dos aguas y grandes balcones de madera arreglados con mimo con plantas y flores. Se admiran desde la carretera NA-411 que atraviesa el valle, pero también los prados siempre verdes donde pastan las vacas y, alternándose, frondosos bosques de roble y hayas que, ahora en otoño, se visten de mil tonalidades y animan a los paseos por la naturaleza. Aquí van algunas ideas:

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BOSQUE DE ORGI

De todos los bosques de Ultzama, el más accesible y preparado es el de Orgi, un área extensa situada al sur del valle, en Lizaso, declarada Área Natural Recreativa. El paseo por sus senderos señalizados nos permite descubrir las diferentes especies de roble. Junto al americano y el rojo, son especialmente llamativos los ejemplares bicentenarios de Quercus Robur, una subespecie propia de la zona.

ULTZAMA A CABALLO

También apetecibles las rutas a lomos de un caballo, como las que ofrece el centro ecuestre Doble A (hipicaulzama.es), en Lizaso, que empiezan siempre en el acceso al bosque de Orgi. Y es que el mundo ecuestre está muy vinculado al valle y siempre está incluido en el menú de planes a elegir. Por ejemplo, en Robledales de Ultzama (robledalesdeultzama.com), la instalación más moderna de la zona, además de cursos de equinoterapia, abren sus puertas a los que deseen ver la belleza de los pura sangre y la destreza de los alumnos y profesionales que se entrenan aquí.

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GOLF ENTRE ROBLES

Para los aficionados al golf, no muy lejos del bosque de Orgi, queda el Club de Golf Ultzama, en Gerendiain, uno de los campos con más solera de España, 18 hoyos que cubrir salvando robles centenarios. La instalación está abierta desde 1965, así que no es raro que el valle presuma de ser la tierra de la campeona Carlota Ciganda.

DE PUEBLO EN PUEBLO

Rodeados de un paisaje idílico, cada uno de los pueblos del valle tiene su encanto. Gustan los cascos urbanos de Eltzaburu y Arraitz, las casas blasonadas de Eltso, Gerendiain y Zenotz, y las iglesias parroquiales de Urritzola-Galain, Alkotz –hogar de la venerada talla de Nuestra Señora de Belate–, Ilarregi y Larraintzar, que ejerce de capital del valle. Si se buscan vistas, las mejores se obtienen en los pueblos de Eltso-Gerendiain y Guelbenzu, desde donde también se alcanza a ver el vecino valle de Basaburua y las siluetas de las Malloas, un conjunto de peñas de la sierra de Aralar que parecen modeladas a golpe de martillo.

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PARAÍSO MICOLÓGICO

Nada más apetecible en otoño que descubrir el mundo de las setas. En Alkotz se encuentra el Parque Micológico de Ultzama (parquemicologico.com), donde se emiten los permisos diarios (5 €) para recoger las especies de temporada. También ofrecen visitas guiadas e información sobre el parte micológico, cursos, actividades e incluso restaurantes de la zona especializados en la degustación de setas.

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MUSEO DE APICULTURA DE ELTSO

Aquí, además de conocer todos los secretos sobre la miel y del trabajo de los apicultores con las abejas y la cera, en Apicultura Ezkurdi (apiculturaezkurdi.com) es posible ver cómo es una casa tradicional por dentro. La visita incluye una cata de diferentes tipos de miel de cosecha propia (tel. 948 30 66 19). La entrada cuesta 6 €.

GRANJA ESCUELA ULTZAMA

Una propuesta para familias es pasar unas horas en esta granja escuela de Lisazo (granjaescuelaultzama.com), donde los más pequeños descubrirán un mundo mágico en el que las lechugas nacen en la tierra, las gallinas ponen huevos, las vacas dan leche e, incluso, nos enseñan a hacer cuajada (Visita: 5-7 €).

PARA DESCANSAR

Dormir en medio del robledal de Amati, en Lizaso, en una cabaña sobre las copas de los árboles es toda una experiencia. Basoa Suites (basoasuites.com) dispone de cabañas dobles y triples equipadas con todo lo necesario, incluido baño seco. Con buen gusto ha sido decorada Pedronea (casapedronea.es), un caserío del siglo XVIII situado en la parte alta del pueblo de Eltso transformado en una moderna casa rural que se alquila completa para grupos. Otra buena elección son los apartamentos de Etxeberria (apartamentosetxeberria.es), en Iraizotz, reunido en un antiguo caserón.

A MESA PUESTA

Después de tanta actividad en la naturaleza, es hora de probar otra de las riquezas del valle, su gastronomía, basada en el producto de la tierra, de donde salen sus excelentes carnes de ternera, sabrosas y tiernas gracias a la abundancia de pastos, las setas de temporada y la mítica cuajada casera hecha con leche de oveja, una receta ancestral. Para degustarlas están Venta Ultzama (ventadeulzama.com), en el kilómetro 27 de la carretera vieja de Pamplona a Irún; la Posada de Alkotz (posadadealkotz.com) y los menús de cocina creativa de la Posada de Auza (tel. 948 30 54 40), basados en la tradición culinaria del valle.

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