Descubrimos Tikal, la maravilla de los mayas en Guatemala

Los templos, pirámides, palacios, acrópolis y plazas de la que fuera una de las ciudades más majestuosas construidas por los mayas se esconden en medio de la selva del Petén, una valiosa reserva natural que se extiende hasta las fronteras de México y Belice. Nos hemos adentrado en ella para vivir una emocionante aventura.

Por ESPERANZA MORENO

Lo primero que llama la atención nada más llegar a este sitio arqueológico de Guatemala, que fuera un importante centro ceremonial, cultural y comercial durante más de 1500 años, es dónde está. Después, lo que sorprende es lo inabarcable de su superficie, porque incluso mirando desde sus alturas, nunca se llegan ver los límites de este espacio que ocupa 120 kilómetros cuadrados, pero del que solo se ha excavado una cuarta parte. Esa extraordinaria conjunción de riqueza natural y cultural es lo que la ha hecho merecedora de estar incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

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CÓMO LLEGAR

Situado al norte de Guatemala, el parque arqueológico de Tikal se encuentra por carretera a casi 9 horas de distancia de la capital. Si no estás por la zona, la forma más rápida de llegar es tomando un vuelo local en Ciudad de Guatemala que, en 45 minutos, aterriza en el aeropuerto de Flores. Desde este, hay casi una hora de carretera hasta la entrada del parque nacional

LA VISITA

Nada más cruzar la entrada (150 quetzales, o lo que es lo mismo, unos 20 €), uno va tomando conciencia de la riqueza natural de la selva del Petén. Despacio, por no molestar a la fauna del lugar, son 20 minutos lo que se tarda en recorrer en coche los pocos kilómetros que llevan hasta el centro de interpretación, donde también hay algunos restaurantes, zona de pícnic y una tienda de recuerdos. En el punto de control comienza el recorrido que lleva a los lugares más importantes de Tikal. Son 16 kilómetros cuadrados para perderse, disfrutar con las vistas subiendo a sus pirámides, admirar sus templos, sus altísimas cerbas (el árbol del país) y observar a los animales que habitan en este espacio. Mientras se camina es fácil ver coatíes merodeando, monos aulladores durmiendo en las ramas de los árboles y multitud de aves, entre los que descubrimos pájaros carpinteros y hasta tres especies de tucanes.

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UNA RECOMENDACIÓN

Tikal fue una ciudad grande, muy grande. Tanto que llegó a tener 125.000 habitantes en su momento de esplendor, entre el siglo V y el X, siendo la capital de un poderoso estado. Después, hacia el 900 d.C. llegó su olvido, hasta que en 1848 una expedición la sacó de su letargo. Aunque el recorrido se puede hacer por libre y los senderos principales están marcados, no es fácil orientarse en la inmensidad de este espacio engullido por la naturaleza, por eso es mejor contratar, si no ese ha hecho desde el lugar de origen, un guía del parque nacional.

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LOS LUGARES IMPRESCINDIBLES

La Gran Plaza. Es el epicentro de Tikal, resultado de un más de un milenio de actividades constructivas. Las estelas y altares esculpidos en uno de sus lados relatan la secuencia dinástica de este periodo. En el lado este se levanta el templo I o del Gran Jaguar, que mide 45 metros de altura, construido hacia el 700 d.C.. De la misma época y situado en el oeste, el templo II o de las Máscaras, de 38 metros de altura, y desde el que se contempla una excelente vista de este espacio central. Al sur está la acrópolis Central, con diversas estructuras residenciales y administrativas.

Plaza de la Gran Pirámide. En ella se levanta el edificio más antiguo de Tikal actualmente visible, llamado Gran Pirámide, un complejo de conmemoración astronómica.

Templo IV. También llamado de la Serpiente Bicéfala, es, con sus 65 metros de altura, la estructura más alta de Tikal. Se puede subir hasta la base de su crestería para admirar una de las mejores panorámicas del conjunto arqueológico.

Plaza de los Siete Templos. La conforman un conjunto de edificios ceremoniales del período clásico.

Templo III. O del Gran Sacerdote. Mide 60 metros de altura y posee un dintel original tallado en madera cuyo personaje central viste piel de jaguar.

Templos V y VI. El primero mide 57 metros de altura, el segundo, o de las Inscripciones, cuenta en su crestería con el jeroglífico más largo de Tikal.

Complejos de pirámides gemelas. Son grupos compuestos por cuatro edificios, siendo ellos, dos pirámides trucadas con escalinatas en cada uno de sus lados.

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DÓNDE DORMIR

El entorno de la isla de Flores es el lugar perfecto para alojarse cuando se visitar el parque arqueológico de Tikal. Entre los alojamientos más recomendados: Las Lagunas Boutique Hotel (laslagunashotel.com), en el corazón de la jungla. A orillas del lago Petén Itza, La Lancha Village (lalanchavillage.com), de Francis Ford Coppola, y también buena elección, Villa Maya, en la localidad de Santa Elena. _Toda una experiencia es alojarse en Jungle Lodge (junglelodgetikal.com), el primer campamento arqueológico de Tikal.

DÓNDE COMER

El Mesón de Tikal, dentro del espacio protegido, es el mejor lugar para hacer un alto en el camino y seguir descubriendo las pirámides y templos del sitio arqueológico. En Flores, también serán un acierto los restaurantes Raíces y
Vía del Chef, donde degustar pescados y mariscos a la brasa. 

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MÁS INFORMACIÓN

Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), nguat.gob.gt

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