Uruguay son costumbres, es amabilidad, son infinitas playas, destinos top con las mejores fiestas, son rutas a caballo por la playa, pequeños pueblos con encanto, es naturaleza e historia. Descubre cinco de sus paradas imprescindibles en una ruta por la costa que va desde el lugar más místico hasta el destino preferido de las celebrities.
MONTEVIDEO
La capital uruguaya es el punto de partida de toda ruta por este país. Modernidad y tradición se dan la mano en esta ciudad en la que se entremezclan antiguos tesoros arquitectónicos como la Puerta de la Ciudadela o la iglesia Matriz, con edificios Art Decó y Art Nouveau, como el Palacio Rinaldi o el edificio Pablo Ferrando respectivamente. Si de algo puede presumir también Montevideo es de su amplia oferta cultural, teatros, centros culturales y museos como el Museo Nacional de Artes Visuales (mnav.gub.uy/cms.php) o el Museo del Tango (lacumparsita.com.uy/el-museo/) lugar en el que Gerardo Matos Rodríguez tocó por primera vez el tango más conocido del mundo y la segunda canción más versionada de la historia, la Cumparsita.
Para empaparse de la cultura y del ir y venir de los uruguayos, nada como pasear por la rambla capitalina o acudir al Mercado del puerto (mercadodelpuerto.com) lugar de encuentro de locales y turistas en donde probar su bebida más típica, el mate, comprar algún que otro recuerdo o degustar alguna de sus suculentas carnes o uno de sus muchos postres con dulce de leche. Un buen lugar para alojarse y descubrir la ciudad puede ser el hotel Esplendor by Wyndham (esplendormontevideo.com/es/) situado en Punta Carretas.
PIRIÁPOLIS, PARA VIAJEROS MÍSTICOS
Situada en la costa uruguaya, abrigada por tres altos cerros –el de Pan de azúcar, el de San Antonio y el del Toro– está Piriápolis, una ciudad balneario que es puro misticismo. A lo alto del cerro de San Antonio hay que subir a contemplar la forma de corazón de su bahía y lo hermoso de su entorno. Allí también se encuentra el templo de San Antonio, lugar al que se dice acuden las solteras para pedir una pareja. Y entre leyendas y mágicas historia se debe visitar la fuente de Venus, segunda parada obligatoria de este rincón uruguayo. Se dice que hay que recorrerla en el sentido inverso a las agujas del reloj mientras se dejan `las mochilas‘ y problemas que cargamos sobre la espalda, esos que pesan y dificultan el camino, para, después, recorrerla en el sentido de las agujas del reloj llenándose de positivismo y buenos deseos.
El ritual no estará completo hasta acudir a la siguiente parada, la fuente del Toro. A su alrededor, pequeños bancos de piedra invitan al visitante a sentarse para terminar de limpiarse con el agua que fluye bajo sus pies. El toro, situado a 33 escalones, simboliza la tierra, un poco más alto está el león, la parte material, y montaña arriba se puede alcanzar el águila, que representa el campo espiritual. Visitar el castillo de Piria, fundador de la ciudad, el de Pittamiglio o caminar por su paseo marítimo completan la lista de imprescindibles del lugar.
PUNTA DEL ESTE
En una ruta por la costa uruguaya no puede faltar Punta del Este, cuna del lujo y la exclusividad. Hasta aquí acuden, cada verano, no solo miles de turistas, sino también numerosas celebrities que vienen a disfrutar de su gran oferta de ocio–calles comerciales, discotecas, galerías de arte, restaurantes de lujo...– y sus más de 20 kilómetros de costas. Para aquellos que buscan tranquilidad también hay encantadores rincones alejados del bullicio. La mejor forma para descubrir esta ciudad es con una ruta en bicicleta de la mano de Bike Tours Uruguay (biketoursuruguay.com). Ruta que incluye la visita al puerto, lugar al que van los lobos marinos en busca de los restos de pescado fresco que venden, cada día, los pescadores tras faenar, el faro, la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria –situada en la playa–, y la famosa escultura de la Mano, hecha por el artista chileno Mario Irarrázabal en Playa Brava.
A apenas 15 kilómetros de Punta del Este está una de las joyas artísticas uruguayas: Casapueblo. Su ubicación, las formas que dibujan sus diferentes estancias y el legado artístico que guarda hacen de este lugar uno de los más mágicos e impresionantes de Uruguay. Aquí se viene a conocer la historia de Carlos Páez Vilaró, a contemplar sus obras y a disfrutar de los atardeceres más bellos. Cada tarde, al caer el sol puedes sentarte a contemplar dicho espectáculo amenizado por varios parapentes que sobrevuelan la zona mientras escuchas de fondo uno de los poemas más hermosos de este artista uruguayo que construyó con sus propias manos, y con ayuda de los lugareños, este refugio en Punta Ballena al que volvía una y otra vez tras viajar por todo el mundo.
JOSÉ IGNACIO
A 40 km de Punta del Este, en el departamento de Maldonado, está el pueblo de José Ignacio. Apenas tiene unos 100 habitantes permanentes, pero en temporada alta la población alcanza las 1500 personas. Es su perfecta ubicación, rodeado por dos playas –la Brava, con imponentes olas, y la Mansa, con sus barcos pesqueros, su exuberante naturaleza, está ubicado entre dos lagunas con una gran riqueza biológica, sus coquetas y pequeñas casas y su faro, lo que engancha a quien lo visita.
Otra de las claves de este lugar es su rica gastronomía en donde no solo se encuentra suculenta carne, sino también pescado de primera. En la laguna de Garzón está La Balsa, un pequeño restaurante cuya terraza es precisamente eso, la mitad de una balsa que cruzaba, tiempo atrás, al otro lado de la laguna. Además de sus elaborados y exquisitos platos podrás disfrutar de un bonito atardecer. Y para alojarse, nada como hacerlo en un hotel flotante, Laguna Garzón Lodge (lagunagarzon.com.uy) que ofrece pequeñas casitas para dos o tres personas situadas sobre la laguna y que cuentan, además, con kayak y bicicletas para descubrir los alrededores.
COLONIA DE SACRAMENTO
Visitar Colonia de Sacramento es hacer un viaje en el tiempo, es recorrer la historia para conocer las disputas entre portugueses y españoles que dieron forma a esta colonia cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ubicada en la ribera norte del Río de la Plata, a una hora en barco de Buenos Aires y a dos por carretera de Montevideo, Colonia es una ciudad para reposar, para disfrutar y para recorrer paseando. Para visitarla habrá que volver sobre nuestros pasos para salir desde la capital uruguaya hacia el oeste.
En su casco antiguo hay que detenerse en la calle de los Suspiros, la mejor conservada y más fotografiada del lugar, subir al faro para observar la panorámica que ofrece, visitar la basílica del Santísimo Sacramento –la más antigua de Uruguay– y sentarse en alguna de sus terrazas a probar un chivito, (sándwich de carne típico del país).
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