En fotos, los pueblos más bonitos de La Rioja

by hola.com

Más allá de su paisaje vinícola, de sus bosques, sus suaves cumbres y sus bodegas, La Rioja también atrae por esos otros enclaves monumentales que invitan a hacer parada. Recintos amurallados, poblaciones señoriales, ciudades de peso histórico, monasterios de renombre, conjuntos urbanos con soportales, plazas porticadas y palacios, villas medievales… Nos detenemos en un puñado de localidades con razones de sobra para tomarse un tiempo y ser descubiertas: Arnedo, Briones, Enciso, Ezcaray, Haro, Nájera, San Millán de la Cogolla, Sajazarra y Torrecilla en Cameros. Nueve razones para escaparse un fin de semana y disfrutarlo a tope.

* Usa las teclas derecha e izquierda para navegar por las fotos en la página

HARO
El principal rasgo de la personalidad de esta histórica y señorial villa, repleta de construcciones civiles y religiosas, es ser la capital de una de las más famosas regiones vinícolas del mundo: La Rioja Alta.

 

BRIONES
Desde el pintoresco y monumental caserío de Briones se dominan el paisaje de viñedos que se suceden a lo largo de los apretados meandros que biuja el río Ebro con el telón de fondo del rocoso perfil de la sierra del Toloño.

 

ENCISO
Conocido por ser la sede del museo que centraliza las huellas de dinosaurios halladas en la comarca, Enciso se acomoda en el valle del Cidacos custodiado por uno de los castillos más antiguos de La Rioja y bajo su loma, la iglesia de San Pedro, con su torreón almenado que revela el guerrero pasado de la localidad. Desde aquí se organizan excursiones para recorrer el valle, repleto de icnitas.

 

SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
Rodeado de bosques y montañas, en el centro de La Rioja, San Millán de la Cogolla más que pueblo es un pueblo-monasterio, mejor dos: Yuso y Suso, declarados Patrimonio de la Humanidad y parte del Camino de la Lengua. El primero es una majestuosa construcción de líneas renacentistas que respira cultura, historia y arte por los cuatro costados. A un paseo de 15 minutos, el de Suso, más antiguo y donde se hallaron las Glosas Emilianenses, el primer documento manuscrito en castellano.

 

TORRECILLA EN CAMEROS
Casonas señoriales, iglesias, ermitas, senderos y un bello puente medieval jalonan un recorrido por la villa más poblada de las trece que guarda esta escondida sierra de Cameros, en el alto Iregua, que es naturaleza en estado puro.

 

NÁJERA
A orillas del Najerilla, Nájera fue la capital del reino de Navarra y como tal merecía ser un hito en la ruta jacobea, aunque para ello hubiera que modificar el trazado, como así fue. Los peregrinos que van camino de la tumba del Apóstol Santiago tienen entre Logroño y Santo Domingo de la Calzada, una parada imprescindible en el monasterio de Santa María la Real, con su claustro de los caballeros –donde está la tumba de Garcilaso de la Vega-, el panteón real y el de los Infantes.

 

SAJAZARRA
A medio camino entre los montes Obarenes y el valle del río Tirón se alza esta bien conservada localidad riojana que tiene como joya monumental de su caserío, en el que se localizan numerosas casonas de piedra, el castillo del siglo XV y en el que destaca su majestuosa torre del homenaje.

 

EZCARAY
De Ezcaray gustan sus calles porticadas y sus plazas, sus casonas, los paseos junto al río Oja, las mantas de mohair que se elaboran en su fábrica artesanal, su animada vida y también las propuestas gastronómicas de un cocinero que ha revolucionado aún más este pueblo: Francis Paniego con su restaurante Echaurren, poseedor de dos estrellas Michelin.

 

ARNEDO
Las ruinas de lo que fue una antigua alcazaba de origen musulmán dominan esta villa del valle medio del río Cidacos que llegó a tener el título de ciudad y que hoy es conocida por como la ciudad del calzado.