Opinión de salud

Cuidados Paliativos: El error de creer que solo son necesarios en enfermos terminales

Aunque los Cuidados Paliativos se plantearon inicialmente como una ayuda para dignificar el procesdo de los enfermos con cáncer y aliviar sus síntomas físicos y psicológicos, hoy en día han demostrado ser útiles en personas que sufren otros tipos de enfermedades crónicas

Por Doctora Virginia Ruiz Martín

A diferencia de las crías de otras especies de animales, el ser humano no es capaz de caminar o de desplazarse por sí mismo nada más nacer para aprovisionarse de alimento o para huir de cualquier situación que ponga en peligro su vida. Esta particularidad que todos llevamos de serie es la responsable de que naturalicemos el hecho de que un ser humano recién nacido precise de cuidados para desarrollarse y de que entendamos que la dimensión humana y la relevancia del cuidado de las personas es incuestionable sea cual sea su edad, especialmente cuando esas personas se encuentran en una situación de fragilidad, vulnerabilidad o dependencia.

En esta situación se encuentran a menudo las personas diagnosticadas con cáncer, enfermedad cardíaca, enfermedades pulmonares, insuficiencia renal, demencia, VIH/SIDA o Esclerosis Lateral Amiotrófica. Estos pacientes pueden estar recibiendo tratamiento farmacológico por sus enfermedades y a la vez permanecer bajo el cuidado médico. Es lo que se conoce como “Cuidados Paliativos”.

Inicialmente, los Cuidados Paliativos se plantearon para ayudar a los enfermos con cáncer. Sin embargo, su uso se ha extendido hacia una infinidad de enfermedades crónicas y degenerativas, hasta el punto de que ya representan el 80% de las consultas. Los Cuidados Paliativos son aplicables de forma precoz en el curso de la enfermedad y no excluye a otros tratamientos activos, como pueda ser la quimioterapia o la radioterapia en el supuesto de los enfermos con cáncer avanzado. Por tanto, es erróneo pensar que los Cuidados Paliativos se aplican cuando “ya no hay nada que hacer” por la persona enferma. Esto sí ocurre con los tratamientos paliativos, los cuales comienzan después de que se suspende el tratamiento de la enfermedad y cuando es claro que el paciente no va a sobrevivir a ella.

Aliviar el sufrimiento, una prioridad en Cuidados Paliativos

Son muchas y complejas las necesidades que se deben atender cuando nos enfrentamos con una enfermedad avanzada: desde la esfera física de la persona enferma hasta la dimensión psicológica, social y espiritual de la misma y de sus familiares. Sin embargo, la Medicina actual está básicamente centrada en la atención de la esfera física, es decir, en curarle siempre y cuando sea posible; deja al margen a la persona que padece esa enfermedad. Ahí entran en acción los equipos sanitarios que conforman los servicios de Cuidados Paliativos.

Estos especialistas tienen presente que la Medicina puede curar a veces, alivia la mayor parte de las ocasiones y debe consolar siempre. De ahí que su prioridad sea aliviar el sufrimiento tanto del paciente como de sus familiares. Los profesionales de Cuidados Paliativos identificarán y tratarán de forma temprana e impecable tanto el dolor físico, como los problemas de índole psicológica, del entorno socio-familiar e incluso las necesidades espirituales, independientemente de que haya o no presencia de creencias religiosas. El enfoque de la atención integral va dirigido siempre al binomio paciente-familia proporcionando la mejor calidad de vida posible.

Y es que, la mayor esperanza de vida en nuestro país y los grandes avances médicos han traído consigo un aumento de la cronicidad y que esas personas con enfermedades crónicas avanzadas puedan sobrevivir más años. Dar vida a esos años, dignificar al máximo el proceso de sufrir una enfermedad avanzada y aliviar síntomas para conseguir un máximo confort al enfermo y a su entorno es el gran trabajo que realizan los equipos multidisciplinares de Cuidados Paliativos, tanto en el domicilio como en los centros sanitarios diseñados para este fin.

Como podemos comprobar, hay mucho por hacer, pero conseguirlo permite fortalecer un modelo asistencial afectivo-efectivo que se basa en encontrar puntos de encuentro para aliviar el sufrimiento de las familias y cerrar etapas y heridas para poder llegar a un final digno, íntimo, armonioso, pacífico y lleno de experiencias hermosas que conduzcan a un duelo necesariamente constructivo.

 

Dra. Virginia Ruiz Martín, Médico Adjunto del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Burgos