A pesar de la vida pública que llevan los miembros de las distintas Casas Reales, los royals suelen ser bastante herméticos con lo que se vive de las puertas de palacio hacia adentro. La mayoría de las Familias Reales buscan cuidar al máximo la privacidad de sus hijos, por lo que durante los primeros años de vida se procura que la aparición de los niños sea justificada, siempre en ocasiones especiales y manteniendo, dentro de lo posible, un aire de normalidad para los más pequeños del palacio. Pero dentro de esta regla no escrita, hay una excepción que suele ser mantenida en la mayoría de los casos, los nacimientos reales. A sabiendas de que estas ocasiones son de especial significado dentro de esta institución, al marcar la prevalencia de la línea de sucesión y el paso de generación a generación dentro de la corona, los nacimientos reales suelen mantener un halo de magia, en el que se puede ver el lado más humanos de los royals. Tal como en los cuentos de hadas, es en estos momentos cuando los príncipes se convierten en padres ante los ojos de sus pueblos, por lo que a diferencia de otras personalidades, suelen compartir con el mundo este momento tan privado. Con el Día del Padre a cuestas, hemos querido recordar aquellos momentos en los que los príncipes se convirtieron en padres. en las últimas décadas.
Carlos III
En esta imagen se ve al entonces Príncipe Carlos, en junio de 1982, al dejar la Lindo Wing con el segundo en la línea de sucesión -en aquel entonces- en brazos. A pesar de que históricamente se recuerda el posado en el que la Princesa Diana llevaba al Príncipe William cargando, en aquella mítica imagen, al haberse convertido en el primer royal británico en venir al mundo en un hospital, la realidad es que Carlos fue quien salió cargándolo para después darlo a su esposa. Aunque poco se habla de eso, enfocando regularmente los reflectores en Diana, según reportan los allegados al Palacio, el Príncipe solía ser muy cercano a sus hijos cuando eran pequeños. A pesar de sus distintas personalidades, conforme fueron creciendo, los Príncipes William y Harry, narraron en su momento cómo era tener a su padre alrededor, aunque esta tónica ha cambiado en los últimos años, en el caso del menor de los hermanos.