Kate, como nunca la habíamos visto, lista para el combate
Desde que hace unos meses se convirtió en la nueva Princesa de Gales, a las tareas de Kate se han ido sumando responsabilidades, pero esto simplemente ha ido mostrando diferentes ángulos de la esposa del Príncipe William, quien se sabe, lejos de los reflectores es por demás atlética y amante de la naturaleza. Es por esto que no ha sorprendido lo bien que se ha desempeñado en su más reciente aparición, durante un entrenamiento a bajas temperaturas con la Guardia Irlandesa.
Enfundada en ropa camuflada, la Princesa de Gales hizo su debut esta mañana como Coronel de la Guardia Irlandesa, posición que recibió de manos de su marido, William, quien en diciembre pasado se convirtió en el Coronel de la Guardia Galesa -nombramiento que antes llevaba Carlos III-.
El entrenamiento no sería fácil, pues su nuevo batallón se encontraba localizado en temperaturas bajo cero en la zona de Salisbury Plain, pero Kate iba dispuesta a todo.
El ejercicio estaba planeado, los miembros del Primer Batallón de la Guardia Irlandesa estaban realizando una vigilancia a pie cuando eran atacados por el enemigo. Dentro de este escenario, uno de ellos era supuestamente lesionado por un disparo, por lo que tenía que ser tratado, antes de evacuar de forma segura el lugar.
La primera soldado Jodie Newell, de 25 años, fue la encargada de instruir a Kate, algo que simplemente no podía creer, “Estaba tan nerviosa, estaba enseñándole medicina a la Princesa de Gales, fue un honor. Solamente le estábamos enseñando lo que los médicos en la armada hacen, de hecho fue muy buena, muy animada para participar”, contó sobre este momento.
“Es particularmente importante en el Día Internacional de la Mujer que algunas de nuestras soldados mujeres conozcan a un modelo a seguir inspirador femenino. Es un verdadero honor para todos los soldados el conocer a su Coronel Real en el campo aquí en Salisbury Plain y demostrar algunas de nuestras habilidades básicas de operación”, dijo el Teniente Coronel James Aldridge sobre esta visita.
Demostrando una vez más que es una princesa todoterreno, Kate se recogió su larga melena al completo, llevando una chamarra de camuflaje en la que portaba orgullosamente el emblema de la corona, con unos sencillos pantalones skinny en verde y sus fieles botines de Berghaus, una combinación que le permitió participar de forma muy entregada en todas las actividades que su batallón tenía para ella.