Pero si la tiara era la gran protagonista, el elegantísimo vestido joya que eligió esta noche, no se ha quedado atrás. En un diseño que pocas veces usa, pero que siempre impacta dentro de su guardarropa, la Princesa de Gales llevó un vestido en marfil con mangas a modo de capa, que si de por sí ya era de una silueta sofisticada, se cargaba de brillo gracias a las cuentas que llevaba en contraste bordadas sobre los hombros en pleno estilo de armadura.