Kate recurre a sus dos uniformes de confianza para su agitada visita a Gales

En febrero se dio el banderazo, pero será en los próximos meses cuando veamos a los miembros de la Familia Real cumpliendo con sus compromisos en torno al Jubileo de Platino de la Reina Isabel, y esta mañana ha sido el turno de los Duques de Cambridge de visitar Gales en el David’s Day, cuando se celebra al santo patrono de la comunidad. Con enormes sonrisas y dispuestos a tener una agenda de lo más diversa, el Príncipe William y la Duquesa de Cambridge, que en algún momento se convertirán en el Príncipe y la Princesa de Gales, comenzaron su visita en una granja de cabras en Llanyetherine. Conocedores de la vida rural, William y Kate recorrieron la Pant Farm -que fue visitada por el Príncipe Carlos en el 2002-, en donde se produce leche de cabra que desde hace dos décadas es distribuida a los productores de quesos locales. Por supuesto, la pareja no resistió las ganas de apapachar a las cabras que estaban dispuestas a sacar provecho de la situación. Y a sabiendas de lo que esperaba en el día, Kate Middleton eligió uno de sus uniformes de confianza cuando de actividades de este tipo se trata.

El primer look de Kate

La Duquesa eligió combinar sus habituales skinny jeans con un suéter de cuello de tortuga en verde. Para combatir las bajas temperaturas, llevó su ya conocida chamarra de Seeland modelo Woodcock y han vuelto a hacer una aparición sus cómodos botines de Blundstone. Para darle un toque de color local a su look, contrastando con el verde, llevaba una bufanda roja, aparentemente su modelo de Hugo Boss y sus pendientes fueron sus arracadas de Spells of Love. Es bien sabido que cuando Kate participa en actividades que le puedan requerir estar más cómoda al aire libre, recurre a esta práctica combinación que le permite mantener el estilo campirano que tanto disfruta sin perder la formalidad de sus apariciones públicas. ¿La última vez que la vimos en un look similar con esta chamarra y las mismas botas? Apenas la semana pasada durante su viaje a Dinamarca.

La segunda visita del día

La parada en la granja sería solamente la primera del día, más tarde la pareja se desplazó al mercado de Abergavenny, en donde tuvieron la oportunidad de conocer a los distribuidores de la comunidad.

El segundo look de Kate

Dando muestra de la versatilidad de su imagen, Kate mantuvo el mismo suéter verde de cuello y aparentemente sus skinny jeans, dándole un giro a su look gracias a la inclusión de su abrigo Sportmax en verde olivo que le conocemos desde el 2015 y un par de botas más formales que las de la mañana, luciendo el modelo Ruby Dry de Aquatalia. A diferencia de ocasiones anteriores, Kate llevó el abrigo abierto y sin su cinturón haciéndolo lucir diferente. Los complementos también le ayudaron a mostrarse diferente, al llevar guantes de piel para protegerse del frío, pero una vez más, manteniendo otro de los uniformes que lleva en sus apariciones públicas. Manteniendo un bloque de color, Kate suele usar sus abrigos para sumar formalidad a su guardarropa.

El nuevo amigo de William

Durante esta segunda aparición, el Príncipe William quedó encantado con un pequeño, que amablemente hizo favor de llevarle una caja de panques a los Duques. Si el niño disfrazado de dragón llamó especialmente la atención de Kate, este simpático fanático fue el que capturó por completo a William, que ni tardo ni perezoso abrió la caja de panecillos mientras bromeaba con él.

El día no terminó ahí, después de su paseo por el mercado en el que William recibió hasta una oferta para trabajar vendiendo quesos y los esposos pusieron manos a la obra en la cocina, los Duques de Cambridge visitaron el Neon Youth Club.

Ahí, no solamente Kate participó con los chicos plantando un árbol, sino que la pareja se animó a competir en un juego de billar.