El vestido de cambio de temporada de Victoria de Suecia

En los países en los que se han ido relajando las medidas sanitarias, la visa se comienza retomar poco a poco, como sucede en Suecia, donde el manejo de la pandemia fue diferente al resto del mundo. Ha sido en estos rincones en donde se ha podido ver a los royals retomando sus funciones después del verano, como ha sucedido con Victoria de Suecia. La Princesa asistió a la ceremonia de premiación de la Raoul Wallenberg Academy -que lucha para hacer consciencia contra la xenofobia e intolerancia- en el salón Wallman de Estocolmo. Con un estilo diferente al de las royals del mundo, Victoria ha vuelto a dar muestra de sus looks eclécticos, siempre dispuesta a llevar diseños dramáticos, pero que mantienen una misma línea muy característica de su personalidad. El vestido que usó en este evento ha marcado su inicio de cambio de temporada. Aunque todavía al verano le quedan unos cuantos destellos, el clima sueco ha permitido que Victoria empiece a ver con miras al otoño, en colores y formas que muestran ya un avance de temporada.

El vestido que Victoria ha llevado en esta ocasión es el modelo Dizzy de la firma Rodebjer. El diseño cuenta con su propia historia, pues el estampado floral viene de los archivos de la casa italiana Ratti. Con colores otoñales en negro, amarillo, naranja opaco y blanco, el vestido se encuentra hecho al 100% bajo las normas de la certificación del Forest Stewardship Council, lo que significa que se ha realizado protegiendo la biodiversidad, los derechos de los indígenas y trabajadores, así como las áreas de importancia ambiental o cultura, un detalle en el que la Princesa suele poner mucha atención al seleccionar su guardarropa. El comentado diseño tiene un precio de 580 dólares (alrededor de $11,690 pesos mexicanos).

Para darle un giro a la silueta dramática que tiene el vestido, Victoria enfatizó su silueta con un cinturón que cambió la imagen del diseño con mangas tres cuartos. A juego con su cinturón, la Princesa llevó un bolso clutch modelo Susanna de la firma danesa Decadent, que había llevado ya antes. Los zapatos en el mismo color fueron del modelo Armissa de Ralph Lauren.

Como complementos, la Princesa llevó el reloj Lady Chronograph de Epoch Stockholm, el cual suele usar en sus eventos públicos. Y en cuanto a joyería, simplemente usó sus aretes de perlas colgantes de Craving for Jewellry, otra firma sueca, los cuales lucieron ampliamente gracias a que Victoria llevaba la melena completamente recogida en un chongo relajado. Ha de recordarse que haciendo uso de la diplomacia de la moda, Victoria suele llevar marcas de su país o en su defecto, nórdicas, para apoyar la moda local, una de las áreas en las que se ha enfocado en los últimos años.

Los últimos han sido días ocupados para la Princesa, quien acompañada de su marido, el Príncipe Daniel, visitó el Skaraborg County Hospital, así como una escuela en Vastra Gotaland, para conocer su condición tras la pandemia.

En su versión más natural, también se vio un par de días antes a Victoria encontrándose con un representante de la organización ambiental Initiativ Uto, durante su visita a Alo y Uto en el archipiélago de Estocolmo. En esa ocasión, no solamente el look era relajado, sino que estuvo acompañada por el perrito familiar, con el que paseó en el muelle y recorrió el lugar. Dispuesta a participar en todo tipo de actividades, prefirió apostar por la comodidad y practicidad cuando se trató de su look.