En las imágenes se puede apreciar que tanto la emperatriz Masako como sus sobrinas, las princesas Mako y Kako, parece que han repetido vestido. Un gesto -el de no estrenar- que ha estado muy presente también en otras casas reales en un contexto marcado por la crisis sanitaria, económica y social. Todas las damas de la casas prescindieron de grandes joyas y llevaron sencillos collares de perlas, que es el completo tradicional que suelen llevar a los actos más sobrios.