2/6Dispuesta a romper esquemas, como lo hacía con el color de su barniz de uñas que no se apegaba al tradicional nude de las mujeres Windsor, no fue una sorpresa que Diana eligiera un delineador de ojos estridente. Lejos de los tradicionales negro y café, Diana eligió un tono que fuera casi idéntico al color de sus ojos. Aunque en general su maquillaje era tenue y sencillo, cuando se trataba del delineador, no tenía problema en pintárselo por dentro de la línea de agua, en un tono por demás llamativo. El delineador estaba estratégicamente colocado lo más cercano del iris posible, para poder crear un efecto en el que parecía que había cierta continuidad entre el color de sus ojos y el maquillaje.
Dispuesta a romper esquemas, como lo hacía con el color de su barniz de uñas que no se apegaba al tradicional nude de las mujeres Windsor, no fue una sorpresa que Diana eligiera un delineador de ojos estridente. Lejos de los tradicionales negro y café, Diana eligió un tono que fuera casi idéntico al color de sus ojos. Aunque en general su maquillaje era tenue y sencillo, cuando se trataba del delineador, no tenía problema en pintárselo por dentro de la línea de agua, en un tono por demás llamativo. El delineador estaba estratégicamente colocado lo más cercano del iris posible, para poder crear un efecto en el que parecía que había cierta continuidad entre el color de sus ojos y el maquillaje.