El regreso de la falda más aplaudida de Kate Middleton

El segundo día en su viaje en tren para agradecer personalmente a las personas de Inglaterra, Escocia y Gales por su esfuerzo en esta pandemia, el Príncipe William y Kate Middleton han tenido nuevos entrañables encuentros. Cardiff fue la primera parada de este día para los Duques de Cambridge que se reunieron con alumnos universitarios para celebrar Christmas at the Castle. Con sus respectivos malvaviscos tostados para hacer frente al frío, los Duques participaron en una actividad de Secret Santa con los alumnos de la Universidad de Cardiff, mientras escuchaban cómo han hecho frente en cuanto a salud mental a este año tan complicado. William y Kate quisieron escuchar de primera mano cómo es que han sido apoyados por el Culture Recovery Fund del gobierno británico.

La segunda parada se realizó en Bath donde tuvieron la oportunidad de saludar a los habitantes de la Cleeve Court Care Home, en Twerton. En la casa para personas mayores, fueron recibidos con cantos navideños y pudieron agradecer al personal que cuida de los pacientes, en representación de los cuidadores de todo el país. Al conocer al equipo tuvieron la oportunidad de escuchar sus experiencias sobre cómo lograron seguir cuidando de los residentes y mantenerlos en contacto con sus seres queridos a pesar de las restricciones por la pandemia. Por su puesto, en su camino no han faltado los encuentros con niños, quienes emocionados por conocer príncipes de carne y hueso, han enfrentado las bajas temperaturas para poderlos saludar personalmente.

Completamente de acuerdo con la temporada, Kate lució su abrigo cruzado en rojo de Alexander McQueen, pero si este color resulta muy festivo, fueron los estampados los que elevaron este look. La Duquesa retomó su aplaudida falda de tartán de Emilia Wickstead que estrenó durante la fiesta del staff del Palacio de Kensington en el 2018. Combinándola con un suéter negro, guantes en el mismo color, sus botas Ralph Lauren y bolso Love Letter de Grace Han -que ha usado durante este viaje exprés-, lo que ha dado la nota ha sido su bufanda. Bajo la teoría de que más es más, Kate llevó una bufanda en la misma tela de tartán de su falda, por lo que se cree que es también una pieza de Emilia Wickstead. Con una media cola con un elegante moño detrás, Kate pudo lucir sus aretes Alia de la firma Spells of Love.

La última parada de este especial viaje se realizó en el Castillo de Windsor, en donde se reunieron con la Reina y el resto de miembros senior de la Familia Real para agradecer personalmente a los voluntarios y trabajadores de la localidad.

Kate lució su abrigo verde botella con piel en el cuello y las solapas de Catherine Walker. Manteniendo las botas de Ralph Lauren que la han acompañado en todo el viaje, así como el peinado que se le vio en la mañana, la Duquesa solamente cambió discretamente de accesorios. La esposa del Príncipe William llevó los aretes de diamantes de la Reina, que suele usar de vez en vez, además de lucir un discreto clutch en negro de Alexander McQueen y su cubrebocas de Amaia.

Ayer por la noche se descubrieron dos misterios de su último look del primer día. Si se le había visto con su abrigo azul y suéter en blanco liso, pocas horas después, conforme bajaba la temperatura, Kate cambiaba este jersey por uno mucho más cobijador. Se trató de un suéter navideño de la firma Brora en lana que tiene un precio de 195 libras esterlinas (alrededor de $5,144 pesos mexicanos). La segunda incógnita que se descubrió es que su clutch verde militar que no se había identificado de primer momento, resulto ser una pieza hecha por artesanos italianos de la firma Métier. El modelo Roma, que ya se encuentra totalmente agotado, se podía conseguir por 1,080 libras esterlinas (aproximadamente $28,492 pesos mexicanos).

¡Todos a bordo! El Príncipe William y la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton, han comenzado una travesía muy especial. Los Duques de Cambridge viajarán en el Royal Train a través de Inglaterra, Escocia y Gales para agradecer personalmente a los trabajadores que han tenido que hacer un esfuerzo especial por su país en estos momentos tan difíciles. Se sabe que William y Kate se encontrarán con trabajadores esenciales, profesores, profesionales de la salud mental, cuidadores, alumnos en edad escolar y gente joven, para agradecerles por sus incansables esfuerzos durante la pandemia por el Covid-19.

La estación Euston, en Londres, fue el punto de salida, en donde al ritmo de Merry Christmas Everyone, de Shakin Stevens, la pareja se reunió con empleados del sistema de transporte que no han dejado de trabajar para asegurarse de que la gente se sienta segura al viajar en este año tan diferente debido a la pandemia por coronavirus. Listos para embarcarse en esta travesía, los Duques se mostraron cómplices, compartiendo confidencias mientras admiraban la estación y por supuesto, el mítico tren en el que tendrán el privilegio de viajar. Aprovechando su visita a la estación, los Duques quisieron dejar un mensaje en los tradicionales pizarrones que se encuentran expuestos en el transporte público en Gran Bretaña. De puño y letra, Kate escribió: “Gracias a todos los empleados de transporte en todos los lugares, por mantener al país moviéndose en este año difícil. Deseándoles una feliz Navidad”, junto a las firmas de los Duques.

La noche de ayer, Kate llegó a la estación enfundada en su abrigo a la medida con inspiración militar en verde botella de Alexander McQueen. Para darle un toque muy apropiado de la temporada, la Duquesa lo combinó con su bufanda en tartán de Canadian Maple Leaf con un precio de 15 libras esterlinas (alrededor de $396 pesos mexicanos). Kate lució sus botas en gamuza negra de Ralph Lauren, que se pueden conseguir por 1,100 dólares (poco más de $21,800 pesos mexicanos), sus guantes negros de Cornelia James de 100 libras (aproximadamente $2,640 pesos mexicanos). Como complementos, llevó sus aretes de Accesorize de apenas 10 libras esterlinas ($264 pesos mexicanos, aproximadamente) y su infaltable cubrebocas de Amaia. Eso sí, el toque chic estuvo a cargo de su bolso Love Letter de Grace Han, que tiene un precio de 1,595 libras esterlinas (alrededor de $42,100 pesos mexicanos).

La primera parada de este especial viaje se realizó en Edimburgo, en donde los Duques tuvieron la oportunidad de reunirse con paramédicos y personal del Scottish Ambulance Service, para agradecerles por su labor, además de conversar sobre lo difícil que ha sido para su salud mental el trabajar en esta pandemia. Fue precisamente en este viaje que los Duques recibieron el nombramiento de patrones de las NHS Charities Together.

Su segunda parada fue una especialmente tierna, al encontrarse con los pequeños alumnos de la Holy Trinity Church of England First School. Ahí los Duques quisieron reconocer la invaluable labor de los maestros, al admirar los esfuerzos que hicieron para mantener abiertas las escuelas para niños en una situación vulnerable y para los hijos de trabajadores esenciales.

Para esta primera parada, Kate volvió a recurrir a un viejo conocido de su clóset, llevando el abrigo azul de Catherine Walker que estrenó durante su llegada a Noruega hace dos años. Eso sí, la pieza ha sufrido algunas modificaciones, pues la primera vez que lo llevó, la Duquesa se encontraba embarazada del Príncipe Louis y esta vez lo ha llevado ceñido al cuerpo. Kate lo combinó con sus botas negras y se cree que Kate lleva debajo del abrigo una falda plisada de Massimo Dutti. Su cubrebocas de Amaia combinó con sus aretes de zafiro y diamantes. En este caso, una vez más, ha sido su bolso el que ha dado el toque especial, siendo un clutch en croco negro modelo Multrees de Strathberry de 255 libras esterlinas (alrededor de $6,731 pesos mexicanos).

Una tercera parada en el día llevó a los Duques a Batley, donde se dio un emocionante encuentro. Kate tuvo la oportunidad de conocer por primera vez en persona a Len Gardner, un hombre con quien lleva hablando algunos meses, conociendo su experiencia como cuidador de su esposa, quien se encuentra enferma. Apenas estos días, Len contaba en los tabloides británicos que Kate es una maravillosa persona, quien se ha preocupado con él y con quien se ha podido desahogar. Amantes de la cocina italiana, al enterarse de que Len no hacía su propia pasta porque no tenía ni la indumentaria ni los ingredientes necesarios, Kate le hizo llegar todo lo que solicitaba para que pudieran cocinar a distancia. Este contacto se dio a través del programa Check in and Chat que tiene la NHS.

Para esta aparición, Kate llevó su abrigo de Hobbs London en azul marino y sus pantalones de Jigsaw que combinó con un suéter de Massimo Dutti. La Duquesa cambió sus botas por sus tacones cuadrados de Gianvito Rossi, los mismos aretes de Accesorize de la mañana, su cubrebocas de Amaia y guantes negros. El gran misterio del look ha sido el bolso en verde olivo que ha encantado.