El vestido sustentable con el que Meghan se alejó de su clóset royal

Una nueva vida en Montecito, California, ha dejado ver a una Meghan Markle completamente diferente. Ya no es la actriz conocida por su serie Suits que tenía un clóset adaptado a su vida en Toronto, ni la novia de un Príncipe que buscaba mandar discretos mensajes con sus prendas y joyería. Ha dejado también atrás la vida del Palacio, en la que intentó adaptar su estilo a los protocolos necesarios y a la usanza europea, pues aunque la moda británica no fue protagonista en su clóset, la francesa la enamoró; y ahora Meghan se deja ver completamente diferente.

Si en las últimas semanas se le había visto apostando por los pantalones de cuero con tres modelos distintos en tres apariciones consecutivas, también se le ha visto combinar algunas prendas que había usado antes en el Palacio con un nuevo giro; además de mostrarse en una versión más relajada de jeans y t-shirt con un mensaje claro durante la grabación de un podcast con People Like Us. En esta ocasión, ha querido ir más allá, no solamente seleccionando una firma y una hechura específicas, que refuerzan sus posturas sobre ciertos temas, siguiendo la línea de mensajes a través de la ropa, sino que también la ha distanciado de su imagen del Palacio. En esta ocasión esto ha sucedido en una aparición que ha tenido desde la sala de su hogar en la cumbre virtual Most Powerful Women Next Gen de Fortune.

La pieza viral

El vestido en cuestión es de la diseñadora Tracy Reese para la firma Hope of Flowers. Se trata de un vestido hecho con materiales sustentables y diseñado por una mujer afroamericana, reforzando dos temas por los que Meghan ha alzado la voz desde hace un tiempo. Otras famosas afroamericanas como Michelle Obama y Oprah han llevado también piezas creadas por Tracy, quien se ha posicionado en el mundo de la moda.

El diseño se podía conseguir por $328 dólares (aproximadamente $7,000 pesos mexicanos), aunque de momento ya no se encuentra en su página de internet. Si estos elementos poco conocidos del vestido fueron muy llamativos, también fue el que Meghan eligió un modelo muy alejado a los que llevaba en sus compromisos oficiales como royal. Con tirantes delgados y una silueta amplia, parece que la Duquesa está retomando su estilo de chica californiana, uno que fue modificando desde su mudanza a Toronto y que cambió aún más durante sus años en Reino Unido.

Si el vestido era sustentable, la joyería no podía estar muy lejos de eso. La Duquesa llevó los Luna Ear Jacket Earrings de Cuyana que tienen un precio de 195 dólares (alrededor de $4,169 pesos mexicanos). Con un diseño geométrico que permite usarlos de distintas maneras, estos aretes se encuentran hechos a mano en Nueva York y están hechos por oro de 14 quilates con latón reciclado y postes de plata esterlina. Esta firma también está fundada y manejada exclusivamente por mujeres, haciendo mucho sentido con la aparición que Meghan estaba teniendo.

Como complementos finales, Meghan se dejó ver una vez más con su brazalete Love de Cartier, que en su versión simple -sin diamantes- tiene un costo de $106,000 pesos mexicanos, acompañado de un brazalete de amistad de Monica Vinader, que cuesta 175 dólares (aproximadamente $3,741 pesos mexicanos). El toque final lo ha dado su emblemático reloj Tank de Cartier de $505,000 pesos mexicanos y que a lo largo de la historia ha sido usado por mujeres como la Princesa Diana, Jackie Kennedy y Angelina Jolie, mandando también un claro mensaje, como suele hacerlo.