Kate y cómo salir bien librada de una mala jugada del viento

Esta mañana, la Duquesa de Cambridge -Kate Middleton- asistió esta mañana al Evelina London Children’s Hospital -lugar del que recibió patronato en el 2018-, en donde participó en un workshop creativo organizado por la National Portrait Gallery, del que es patrona. Siempre elegante y distinguida, la Duquesa hizo una flamante llegada, en la que era ya esperada por una de las pequeñas que le daría la bienvenida antes de que pudiera participar en distintas actividades con los jóvenes pacientes. Una graduada de historia del arte de la Universidad de St. Andrews, Kate siempre ha sido conocida por su lado artístico, por lo que éste era un día muy esperado.

Lo que nadie tomó en cuenta fue el ventarrón que azotaba la ciudad, algo que tomó completamente por sorpresa a Kate. Con una enorme sonrisa, la Duquesa intentó detener su falda, para que el viento no la hiciera vivir un momento Marilyn, algo que le ha pasado en otras ocasiones.

Divertida y muy espontánea, lo que en realidad debió haber durado apenas unos instantes, en imágenes resultó en una serie de simpáticas imágenes que fueron documentando el momento.

Un poco más controlada la situación, se pudo ver que Kate llevó su traje de tweed negro y gris compuesto por blazer y falda, con algunos detalles en encaje -que se descubrieron gracias al viento- de Dolce & Gabbana. De botonadura cruzada, este traje fue estrenado por Kate en febrero del año pasado cuando asistió a la conferencia de la Royal Foundation, Mental Health in Education, que se llevó acabo en el Mercers’ Hall.

Como si nada, Kate recobró la compostura y caminó sonriente hacia la comitiva que la esperaba. Eso sí, con las manos bien colocadas para evitar que el viento aprovechara cualquier descuido.

En la entrada del lugar, la esperaba una pequeña paciente con la que Kate conversó, mientras se cuidaba de un segundo ataque del viento. Tal como ha hecho en sus más recientes apariciones, Kate combinó su traje con medias negras y sus zapatos de tacón cuadrado de Gianvito Rossi.

En un cuadro más cercano se pudo ver que el único rastro que el viento había dejado, fue un mechón que salió del perfecto medio recogido con ondas en las puntas que lucía Kate. Este peinado le permitía lucir su juego de aretes y collares de diamantes de Mappina & Webb.

Ya adentro del lugar, Kate lo pasó de la mejor, participando en el taller organizado por sus dos organizaciones. En una ocasión pocas veces vistas, Kate que no suele posar para fotografías informales, se dejó retratar por uno de los pequeños para una imagen instantánea en la que dejó ver lo bien que la pasaba.

La Duquesa participó en las actividades que los pequeños querían hacer, todos ellos mostrando su faceta más artística para sobrellevar el tiempo que pasan en el hospital.

Al final, Kate se volvió a anotar un acierto de estilo y elegancia, saliendo bien librado de un desencuentro con el viento como ha tenido en un par de ocasiones anteriores.