Mientras que los Cambridge tienen una posición más alta en la línea de sucesión -incluso desde antes de la císmica decisión- la realidad es que en Gran Bretaña pocas veces se hacen reverencias el uno al otro. Éste es un honor que suelen reservar para la Reina, a quien todos deben hacerle reverencia la primera vez que la vean, así como al Príncipe Felipe.