El look con el que Kate se despidió de Pakistán tras una intensa gira

Este viernes, luego de una semana sumamente ocupada, Kate y William concluyeron su tour por Pakistán. A lo largo de este viaje la Duquesa dio cátedra de estilo y elegancia con cada uno de sus looks, los cuales se caracterizaron por abrazar la cultura del país asiático, combinando prendas tradicionales con algunos elementos de la moda occidental. De igual forma, destacaron los guiños que hizo con sus atuendos a los que usara, hace varios años, su suegra Diana de Gales durante su viaje a dicha nación.

A su regreso a Islamabad, y antes de partir hacia casa, los Duques de Cambridge visitaron un centro de adiestramiento canino militar en la capital pakistaní, ocasión en la que Kate mostró su último look en esta gira. Optó por un atuendo blanco y negro en el que la pieza que cobró protagonismo fue un kurta tradicional de la firma británica Beulah London con un cuello en V, botones al frente y una larga abertura. Sobre el hombro llevó una dupatta blanca, al parecer la misma que portó más temprano a su partida de Lahore.

La Duquesa, quien se quitó momentáneamente la dupatta, conservó sus mismos panatalones blancos que se le vieron en Lahore, pero ahora le dio un giro más cómodo a su look cambiando los tacones por unas balerinas negras de tiras cruzadas de Russell & Bromley, las cuales le permitieron moverse libremente mientras convivió con los canes.

De igual forma, mantuvo su melena suelta con ondas suaves, las cuales al jugar con el viento dejaron al descubierto sus aretes dorados de Accessorize.

Tras la agitada agenda que tuvieron en Lahore como parte de su gira por Pakistán, Kate y William partieron de vuelta a la capital Islamabad. En esta nueva aparición ante las cámaras, la Duquesa de Cambridge derrochó estilo con su sofisticado look de aeropuerto, con el cual se ha mostrado nuevamente apegada a la estética tradicional de la región. 

Impecable de pies a cabeza, la esposa del Príncipe William llegó al aeropuerto enfundada en una kurta color crema de la firma Elan, prenda que destacó por sus delicados bordados y ribetes en color azul marino. La Duquesa combinó esta pieza con unos pantalones blancos de corte recto, y una dupatta también de color claro, en un conjunto que derrochó elegancia y comodidad, homenajeando a su paso al país anfitrión.

Pero la pieza que sin duda acaparó las miradas fue su bolso, sobre todo porque los últimos días se le había visto sin este accesorio o simplemente llevando pequeños clutches. Se trata de un modelo tipo tote en color negro de la firma Smythson caracterizado por su amplio tamaño, asas largas y un pequeño compartimento en la parte frontal, un diseño perfecto para un viaje como el que Kate emprendió rumbo a Islamabad.

Los tacones de color nude han sido una costante los últimos días, pues ha sabido combinarlos perfectamente con cada look. Los que lució en esta ocasión son de la firma estadounidense J. Crew, un modelo midi de ante.

Kate complementó su look con su ya conocidos aretes dorados de Accesorize, un modelo sumamente femenino y lo mejor de todo, accesible pues de inicio costaban tan solo 5 libras esterlinas (alrededor de $132 pesos mexicanos) y luego fueron puestos en rebaja. La Duquesa llevó la melena suelta con suaves ondas, y un maquillaje natural como es costumbre.

En su intensa gira por Pakistán, los Duques de Cambridge llegaron al estado de Lahore y tras sus primeros compromisos -que incluyeron el recibimiento por parte del Gobernador y un animado partido de cricket- han visitado uno de sus sitios más emblemáticos: la Badshahi Masjid o Mezquita del Emperador. Ciñéndose totalmente a las normas de protocolo, Kate acudió con un atuendo perfecto para la ocasión, cuyo color turquesa no ha dejado a nadie indiferente.

La Duquesa usó un shalwar kameez de la firma local Maheen Khan, conjunto compuesto por una túnica confeccionada en un ligero tejido de gasa color turquesa, una tonalidad totalmente favorecedora para ella. El detalle más elegante de esta prenda se lo dieron los bordados dorados con diseños geométricos. Como es habitual en este tipo de trajes tradicionales, Kate llevó unos pantalones a juego, un modelo de corte recto que tapaba sus tobillos. 

Pero sin duda uno de los elementos más novedosos respecto a sus looks anteriores, fue el velo que usó Kate. Y es que al tratarse de una visita a un recinto religioso, ha seguido las pautas de vestimenta y ha cubierto su melena en señal de respeto. La Duquesa eligió un lienzo a juego con su shalwar kameez, hecho en el mismo tejido y rematado por un filo metalizado. Cediéndole todo el protagonismo a su atuendo, la esposa de William prescindió de bolso y joyas, salvo su inseparable anillo de compromiso.

La Duquesa de Cambridge se mostró radiante gracias un maquillaje de lo más natural con suaves colores tierra y un discreto ahumado en tonos grises en los ojos.

Al igual que el Príncipe William, Kate entró a la mezquita con los pies descalzos en pleno apego a lo que indica la religión islámica. Esta situación fue la que propició que quedara al descubierto el pedicure de la Duquesa, quien llevó las uñas pintadas de un color terracota.

Tras su paso por la mezquita, los Duques de Cambridge visitaron el Shaukat Khanum Memorial Cancer Hospital. Kate conservó su shalwar kameez turquesa de la firma local Maheen Khan, pero se despojó del velo y se puso nuevamente sus tacones midi color nude de Gianvito Rossi, los mismos que se le vieron cuando aterrizó en Lahore.

En la penúltima jornada de su viaje a Pakistán, Kate y William han llegado a Lahore. Nada más descendió del avión, la Duquesa de Cambridge volvió a triunfar con su atinado look, teniendo en cuenta el protocolo que está siguiendo en todo este tour. Impecable de pies a cabeza, la nuera del Carlos de Gales ha demostrado la versatilidad con un look que le ha permitido sostener un encuentro con el Gobernador del Estado, y luego participar en un animado partido de cricket.

Para iniciar sus actividades en Lahore, Kate usó un shalwar kameez, un conjunto tradicional unisex que suele portarse en algunas regiones de Asia. La Duquesa se inclinó por un modelo blanco con bordado floral de la firma pakistaní Gul Ahmed, el cual complementó con una dupatta del mismo tono de la marca local Maheen Khan. La esposa del Príncipe William dio cátedra de estilo al combinar este atuendo con unos tacones midi color nude de Gianvito Rossi.

A juego con sus zapatos, la Duquesa llevó como accesorio  el clutch Bayswater de Mulberry, el cual se le ha visto anteriormente en distintos colores.

Kate pasó de la sofisticación completa con su shalwar kameez y tacones a un look mucho más cómodo y casual cuando llegó a la Academia Nacional de Cricket, pues no pudo evitar participar en un juego. La Duquesa se calzó unos tenis blancos que encajaron perfectamente en su look y le permitieron caminar sobre el pasto sin problema.

La Duquesa de Cambridge cambió la melena suelta con la que se le vio llehar a Lahore por una cola de caballo para poder jugar cómodamente. Este nuevo peinado permitió que luciera sus ya conocidos aretes dorados de la firma británica Asprey.

En su tercer día en Pakistán, Kate y William visitaron el corazón de esta nación asiática: Chitral. Los Duques de Cambridge fueron recibidos cálidamente a su llegada a este sitio,  donde han respondido de la misma manera mostrándose muy cercanos con los habitantes de esta comunidad, participando además en el rico y colorido folklore del pueblo Kalash. Y no sólo eso, pues también han conocido el glaciar del norte pakistaní, donde han sido testigos de los efectos del cambio climático.

Lo que inmediatamente llamó la atención en el look de la Duquesa fue la chaqueta chitrali blanca con la que se abrigó a su llegada al valle de Kalash. Se trata de una prenda confeccionada a mano con una serie de bordados en dorado, rosa y azul. Kate lució además, por unos momentos, un sombrero tradicional blanco con una pluma de pavo real.

Con el look de Kate, los fanáticos de la realeza inmediatamente viajaron al pasado, pues en 1991, durante una visita a Chitral en su gira en solitario, Diana de Gales lució un atuendo casi idéntico, salvo las pequeñas diferencias en el bordado de la chaqueta y el color de la pluma del sombrero tradicional.

En su recorrido por los accidentados terrenos del valle, la Duquesa dejó ver al completo su look, en el cual combinó atinadamente elementos de la estética tradicional y otros más modernos de la cultura occidental. Kate usó una camisa en color chocolate debajo de un chaleco verde militar de Really Wild y una falda midi en color caqui. Este look lo complementó con unas cómodas botas de tubo alto también en café y de la misma firma, perfectas para la ocasión y el lugar.

En la misma gama de colores tierra, la Duquesa de Cambridge llevó una especie de bufanda en color beige, la cual llevó sobre el hombro como suelen usarse las tradicionales dupattas en la región, y como ella misma las portó en dos de sus looks anteriores.

 La Duquesa agregó un poco de brillo a su atuendo de colores neutros con unos aretes de oro de la firma Missoma que tienen un precio equivalente a poco más de 2 mil 300 pesos mexicanos. Al participar en el folklore del pueblo de Kalash, Kate lució también un llamativo tocado con una pluma rosa, accesorio típico de las mujeres de este grupo étnico

El primer día de actividades de los Duques de Cambridge en Pakistán culminó con una recepción ofrecida por el Alto Comisionado Británico. En esta cita, Kate ha recuperado su imagen más glamurosa y ha deslumbrado con un fabuloso diseño entallado que, además de potenciar su silueta, se convertía en la unión perfecta entre su característica elegancia y la estética tradicional asiática. Además, no ha sido solo ella la que ha querido tener un guiño de moda con sus anfitriones, sino que su marido, el Príncipe William, quien pues ha lucido un sherwani también usando el color nacional.

La Duquesa eligió para la ocasión un impresionante vestido largo de cuello redondeado, manga larga y hombros ligeramente estructurados que se ciñe a su figura creando prácticamente un efecto segunda piel. Se trata de un diseño de Jenny Packham, confecionado en un tejido verde esmeralda bordado con lentejuelas y adornado con pedrería. La firma autora de esta creación, una de las preferidas de Kate, ha causado sensación entre sus seguidores, que se han mostrado entusiasmados con esta brillante elección. 

Al igual que en su visita a un colegio local, Kate ha completado su look con una dupatta, el complemento que tradicional que lleva sobre el hombro. En este caso, la Duquesa optó por una pieza de gasa semitransparente a tono con el vestido, con un borde ondulado, adornos brillantes y flecos. 

Para complementar su glamuroso look, Kate usó unos maxipendientes dorados de la marca O'nitaa, una firma con sede en Londres, que cuenta con alta costura y joyería de india y pakistaní. Esas piezas quedaron totalmente al decubierto gracias al peinado semirrecogido por el que se inclinó la Duquesa. En cuanto al maquillaje, ha arriesgado algo más de lo habitual pero sin resultar excesivo, con un ahumado de ojos en tonos tierra y un marcado delineado negro.

Kate y William aterrizaron este lunes a Pakistán, en una de sus giras más esperadas recientemente. Desde su llegada, la Duquesa de Cambridge impresionó con sus atinados looks, pues con cada uno ha hecho un respetuoso tributo a la cultura de dicho país, sin perder su estilo y elegancia únicos. Tal es el caso del atuendo con el que la esposa del Príncipe William ha acudido a sus reuniones con el Presidente y el Primer Ministro pakistaníes. 

Kate asistió a la cita con un favorecedor conjunto verde y blanco, el cual hace un homenaje a los colores de la bandera de Pakistán. Sin duda el protagonista de su look fue el abrigo estilo kurti de la diseñadora Catherine Walker. Se trata de una prenda con una construcción estructurada en los hombros, largo hasta arriba de la rodilla y un corte acampanado, perfecto para destacar la cintura de manera discreta y femenina. La Duquesa llevó además unos pantalones blancos de la diseñadora local Maheen Kahn, los cuales hicieron un contraste perfecto con sus tacones verde oscuro de Rebecca Greenery, (con un precio equivalente a más de 9 mil 600 pesos) y su bolso Natasha Greenery & Gold ( de poco más de 8 mil 500 pesos).

La Duquesa de Cambridge llevó además una dupatta, una prenda tradicional parecida a una bufanda que se usa en países como Pakistán. Kate usó una de gasa verde, fabricada por la firma local Bonanza Satrangi. Para complear su look, Kate se inclinó por unos elegantes -y accesibles- aretes verdes de la marca de joyería pakistaní Zee, los cuales le vimos a principios de este mes durante su visita al Aga Khan Centre en Londres.

Una de las primeras actividades de Kate y William tras el cálido recibimiento que tuvieron ayer en Islamabad fue su visita a un colegio. Para esta salida, la Duquesa hizo también un guiño a la cultura de Pakistán, pues llevó una tradicional kurta, -atuendo que se compone de una camisa larga y pantalones- en un favorecedor color azul intenso. Como calzado optó por unos zapatos de tacón bajo y cuadrado de ante de New Look. 

Kate complementó su kurta, con una camisa sin cuello y detalles bordados a mano, con un pañuelo al tono del diseñador local Maheen Khan. Y en lo que respecta a las joyas, lució unos pendientes con piedras blancas y azules de la firma pakistaní Zeen.

Tal como hiciera en su tiempo la Princesa Diana, la Kate se ha enfundado en un traje tradicional pakistaní para su llegada al país asiático. A la llegada de los Duques de Cambridge al aeropuerto de Islamabad -en la que será la primera visita de la Familia Real británica al país desde el 2006-, se pudo ver que se entregarán a todo el protocolo de la cultura local en este viaje que durará cinco días. La Duquesa usó el shalwar kameez, un vestido-túnica y pantalón en turquesa creado por Catherine Walker.  El atuendo destacó no sólo por el efecto de color degradado, sino también por el elegante escote tipo capucha.

La Duquesa complementó su look con sus tacones nude de confianza, los que le dieron apun más elegancia a su atuendo. En este caso fueron de Rupert Sanderson, modelo Malory de 475 libras esterlinas (alrededor de 12 mil 587 pesos mexicanos). A juego llevó un bolso clutch con bordados florales, y unos con piedras azules de la firma pakistaní Zeen, cuyos accesibles precios oscilan entre los 5 y 8 euros (algo así como $150 y $180 pesos mexicanos).