El que la nueva princesa sea la séptima nieta de los Reyes de Suecia no ha restado ni un ápice de interés y emoción a todo lo que ha rodeado a la elección de su nombre, apuestas incluidas. La decisión de Magdalena de Suecia y Chris O´Neill de llamar a su tercera hija Adrienne Josephine Alice, duquesa de Blekinge, sorprendió en un país que finalmente ha encontrado la explicación.
Como es habitual fue el rey Carlos Gustavo el que, acompañado por la princesa Victoria, se encargó de comunicar al Primer Ministro el nombre y el título de la nueva incorporación a la familia Bernadotte, la décima en la línea de sucesión a la Corona Sueca. Pronto se encontró la explicación para el segundo y el tercer nombre: Alice, como Alice Soares de Toledo, madre de la reina Silvia; y Josephine, como Josephine Cesario, abuela paterna de Chris, nombre que también tiene la propia princesa Magdalena en cuarto lugar. Sin embargo el nombre de Adrienne resultó todo una incógnita.
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La portavoz de la Casa Real, Margareta Thorgren, confirmó que Alice y Josephine eran un homenaje a las abuelas y que Adrienne era "sencillamente porque les gusta". Una elección que la propia Magdalena compartió con entusiasmo en su nueva cuenta de Instagram minutos después de que su padre y su hermana trasladaran la elección en la reunión previa al Te Deum que se celebró este lunes en el Palacio Real de Estocolmo.
Ha sido uno de los medios del país, Svenskdam, el que ha resuelto el misterio tirando de hemeroteca: es el nombre que a la reina Silvia le hubiera gustado poner a la princesa Magdalena. Al parecer así lo reveló la propia Reina en un comentario que deslizó durante un acto oficial en 1990 al conocer a una mujer se llamaba Adrienne. Un nombre poco común en el país, ya que según datos de la Oficina de Estadística hemos podido comprobar que solo hay 141 mujeres registradas como Adrienne, una cifra que se prevé que vaya en aumento al convertirse en un nombre de princesa.
En ese sentido la anécdota ha recordado a la que tuvo lugar cuando nació el segundo hijo del matrimonio, el príncipe Nicolas, que cumplirá tres años este verano. Entonces, según recoge el citado medio sueco, fue Chris O´Neill el que explicó a un periodista que era él quien se iba a llamar Nicolas pero su padre cambió de opinión en el último momento. “Olvídalo, él es un Christopher”, dijo al parecer al conocer a su pequeño.
El caso de Alice es otro, hay 19.306 mujeres que lo tiene como nombre principal y según el citado servicio de estadística es el uno de los nombres más populares en Suecia durante los últimos años, motivo por el cual la media de edad de las mujeres que lo tienen es de 19 años. Josephine es más exclusivo, en el registro solo figuran 2.600 mujeres que lo tienen y con un media de edad de 27 años.
