Adrienne Josephine Alice, princesa de Suecia y duquesa de Blekinge, vino al mundo el pasado 9 de marzo en Estocolmo. Un motivo de celebración por el que la Familia Real se ha reunido este lunes en la capilla del palacio para dar las gracias con un Te Deum. Todos, menos la princesa Magdalena y el bebé, han acudido a esta cita que ha coincidido con las tradicionales celebraciones que cada 12 de marzo tienen lugar en honor a la princesa Victoria con motivo de su santo. La Princesa Heredera se ha visto eclipsada en su día por su nueva sobrina y por la espontaneidad de su hija Estelle, que ha particiado con sus padres en esta jornada dedicada a su madre.
Después de que se comunicara a los representantes del Gobierno el nombre de la séptima nieta de los Reyes y tras el servicio religioso, llegó el gran momento de Victoria. La Princesa, el príncipe Daniel y su hija participaron de un acto al aire libre en el que la princesa Estelle conquistó a todos con sus muecas. Flanqueada por sus padres, la niña se lo pasó en grande e hizo reír a sus progenitores con sus ocurrencias. La pequeña, que se mostró de lo más cariñosa con su madre -ambas se dieron arrumacos y besos-, acudió a la cita con un abrigo azul marino, botines y un vistoso sombrero de terciopelo, perfecto para hacer frente al frio sueco.
Estelle, que ya tiene seis años, se mostró de lo más emocionada en este día tan destacado para su madre y posó para los fotógrafos de lo más sonriente, como una gran profesional. Con su simpatía conquistó a parte de los curiosos que se agolpaban a las puertas de palacio para saludar a Victoria y su familia. La espontaneidad y el carisma de la niña hicieron que muchos ciudadanos le inundaran de regalos y de flores. La niña se mostró encantada compartiendo este acto con sus padres y demostró que, poco a poco, se prepara para cuando llegue su momento.
Horas antes, el rey Carlos Gustavo y la Princesa Heredera comunicaban a los representantes del Gobierno el nombre y el título de su séptima nieta, décima en la línea de sucesión de la Corona. Tras ello, comenzaba en la capilla del Palacio Real el servicio religioso con el que los Bernadotte agradecen los grandes acontecimientos en su familia. Un evento en el que se esperaba que Chris O´Neill acudiera acompañado por su madre, Eva María O'Neill, aunque finalmente ha hecho su entrada en solitario, mientras que su madre atendía a algunos medios suecos, como SVT, por teléfono y se mostraba entusiasmada con el nacimiento de su nueva nieta y con la elección que la pareja ha hecho de los nombres.
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No han faltado los príncipes Victoria, Daniel, Carlos Felipe, Sofía y Estelle, que cumplió hace unos días los seis años y fue la única de la nueva generación que acudió a este servicio religioso. La Princesa estaba sonriente, como siempre, y muy atenta, además se pudo ver cómo su padre, el príncipe Daniel, le explicaba algún detalle de la ceremonia, aunque no es ninguna novata en este tipo de celebraciones, ya estuvo presente en Te Deum que se celebró tras el nacimiento de su hermano Oscar y también en el de su primo Alexander.
La nueva princesa nació en la madrugada del 9 de marzo en el hospital Danderyd y la Casa Real comunicó la buena noticia. "Estamos muy contentos con el nuevo miembro de nuestra familia, Leonore y Nicolas esperaban su llegada. Esperan conocer a su nueva hermanita", afirmó Chris O'Neill en un comunicado. El alumbramiento pilló a los Reyes fuera del país, ya que estaban disfrutando de unas vacaciones de invierno en Suiza, en cuestión de horas regresaron a Estocolmo para conocer a su nueva nieta y poner en marcha las tradiciones que rodean al nacimiento de un nuevo miembro en la Familia Real, como la reunión que ha tenido lugar esta mañana con el Primer Ministro y este servicio religioso.
