Pierre, que perdió a su padre cuando tenía solo tres años, ha heredado su físico, su característico estilo y su elegancia innata. Stefano era un hombre apuesto de pelo rubio, ojos claros y una mirada que transmitía cierta timidez a la vez que naturalidad. Estos mismos rasgos los han heredado sus hijos, especialmente Pierre, que es la viva imagen del recordado empresario italiano
-Estos son los Casiraghi, la familia más desconocida de Pierre, Andrea y Carlota de Mónaco